11 Jun 2015.- La Iglesia alertó hoy sobre la pobreza y el aumento del delito juvenil ligado al consumo de drogas, en medio de la polémica surgida esta semana por los dichos de Cristina Kirchner ante la FAO, en Naciones Unidas, donde afirmó que sería del 5% la población más desfavorecida en la Argentina.
El encargado de poner una voz fue el obispo de San Isidro y presidente de Cáritas Argentina, Oscar Ojea, quien evitó polemizar tanto con la presidenta como con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, que llegó a decir que en Alemania había más pobres que en el país. “Respecto a la discusión sobre el número, al estar empecinados en la lucha por tener razón, corremos el riesgo de escamotear la realidad y la realidad es más importante que la idea, lo dice Francisco”, afirmó esta mañana en Radio Continental
“No tenemos indicadores precisos, Cáritas no hace encuestas. Tratamos de estar cerca de nuestras realidades, y lo importante es estar cerca de los pobres”. Al ser consultado sobre los datos controversiales difundidos por la presidenta y por su jefe de Gabinete, el prelado recordó los estudios del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, que fijó en torno del 27 por ciento la pobreza.
“Si bien en los últimos años ha decrecido la pobreza extrema, con las necesidades básicas y la dignidad de las personas, hay enormes bolsones de pobreza, déficit habitacional, hacinamiento” enumeró.
“MUY PREOCUPADOS”
Ojea llamó a estar atentos a los lazos entre pobreza, las adicciones y la delincuencia juvenil. “Estamos muy preocupados por las nuevas pobrezas, que tienen que ver con las adicciones, la trata de personas, y la violencia. En el gran Buenos Aires hay jóvenes que sufren exclusión social, falta de trabajo, carencias familiares, problemas de educación. Es una realidad que preocupa mucho, y de allí sale la delincuencia juvenil”, dijo.
“Va creciendo el delito joven, que tiene que ver con el consumo de drogas”, señaló, y enseguida llamó a la acción de toda la sociedad. “Vamos a perder la oportunidad de ocuparnos de los jóvenes, que es un tema que puede unirnos como país”.
“Los argentinos tenemos que atravesar esto en común” instó, y puso el ojo en el sistema penitenciario argentino y las posibilidades de reinserción que otorga. “Si los jóvenes van a parar a nuestras cárceles, hay que preguntarse cómo son estas cárceles y qué capacidad pedagógica tienen”.
EL FLAGELO DE LAS DROGAS
Monseñor Ojea prefirió no atacar directamente al Gobierno. “Lo importante es estar cerca de los pobres. Si vemos que hay un déficit en la vida de los jóvenes en nuestros barrios, tiene que ver con cosas nuestras. Si tenemos adicciones y vivimos preocupados, es porque tenemos una sociedad adicta y con preocupaciones”.
Además, reconoció que “después del documento que publicó la Iglesia sobre el narcotráfico ha habido reacciones positivas” y que desde la Sedronar “hubo un acercamiento hacia nosotros y hacia los jóvenes en riesgo”.
La Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR) es una Secretaría de Estado que depende de la Presidencia de la Nación y hasta el 14 de mayo de este año estuvo bajo la conducción del cura Juan Carlos Molina, que asumió su cargo en noviembre de 2013 y se retiró en “buenos términos” y por “razones personales”./lancion.com.ar