22 May 2015.- Las tarjetas de crédito fueron siempre el recurso de la clase media para acceder a los bienes más costosos y durables del hogar: una heladera, un televisor, un colchón, un sofá. Últimamente, sin embargo, estos plásticos se convirtieron en un arma cotidiana contra la inflación que las familias usan cada vez más para llenar la alacena. Aunque pueda sorprender, en alimentos, bebidas y otros productos básicos hoy crece fuerte el “tarjeteo”, una forma de pago que permite postergar el gasto hasta el mes siguiente y hasta distribuirlo en varias cuotas para atenuar su impacto.
Bancos líderes, cadenas de supermercados y emisores de plásticos consultados por Clarín coinciden en confirmar que el empleo de las tarjetas de crédito viene en aumento en las cajas de los súper. Y señalan también que la tendencia se aceleró en el último año, en paralelo a la escalada de la inflación.
“En el primer cuatrimestre de este año los consumos se incrementaron un 50% interanual y el rubro supermercados fue el principal en nuestra facturación, por encima de otros como electrodomésticos, seguros, telefonía e indumentaria”, revelaron en Tarjeta Naranja, que con más de 7,5 millones de plásticos es el principal emisor de tarjetas de crédito del país. Según detallaron, del total de pagos con sus tarjetas en los súper, 7 de cada 10 se financian en tres cuotas sin interés y sólo un 10% es en un pago.
En la misma línea, en un importante banco nacional confiaron que en los últimos dos años el uso de tarjetas dentro del súper creció un 15% en cantidad de transacciones y un 22% en los consumos, descontando el efecto de la inflación. Y todo para montos que resultan relativamente pequeños. Entre febrero y abril, el ticket en un pago fue de $ 350 en promedio y el financiado en cuotas, de $ 744.
Según lo relevado, con tarjetas de crédito bancarias, la gente está pidiendo pagar en cuotas al menos 1 de cada 4 changuitos. Para eso, el plazo más demandado son los tres pagos sin interés.
“Tuvimos un incremento en el rubro en los últimos años”, confirmaron en el Banco Comafi, donde entre un 40% y un 48% de los “tarjeteos” de supermercado se realizan en cuotas. “El cupón promedio –añadieron– ronda los $ 450 en contado, $ 600 para tres cuotas y $ 2.000 para 12 cuotas”.
“Desde hace dos años se puede observar una tendencia creciente, por encima de la variación de precios, en el uso de tarjetas de crédito en supermercados. Es de hecho uno de principales rubros que se abonan con plásticos de crédito”, confirmó a la vez Carlos Canova, gerente de Productos y Segmentos del banco HSBC, donde los usuarios actualmente están “tarjeteando” en un pago compras que promedian los $ 500.
A la hora de explicar el crecimiento, se señalan distintas causas. Una es que, al empeorar la situación económica, las tarjetas se volvieron verdaderos salvavidas financieros para las familias, al permitirles llevar mercadería aun cuando las cuentas bancarias se hayan quedado sin fondos. Muestra de eso es que el uso en supermercados se concentra especialmente en la segunda quincena de cada mes, tal como perciben en una de las principales cadenas de supermercados del país.
“En los formatos de cercanía, que sólo ofrecen alimentos, bebidas y otros productos de primera necesidad, la tarjeta de crédito se viene usando mucho. De hecho, creemos que la posibilidad de pagar con tarjeta fue una de las claves por las cuales logramos sacarles muchos clientes de los supermercados asiáticos, que mayormente no las aceptan”, añadieron.
Otra clave para explicar el fenómeno es que las promociones y descuentos para pagos con tarjeta se intensificaron en las grandes cadenas y la gente, para ahorrar, también las busca más.
A eso apuntan por ejemplo en Walmart, donde verificaron “un crecimiento interanual en el uso de tarjetas”. Pero en su caso, lo atribuyen principalmente a los nuevos planes de 12 cuotas sin interés para rubros durables y a la multiplicación de las jornadas especiales como el “Maratón de descuentos”, el Hot Sale y el Cyber Monday.
Por otro lado, también es cierto que, al acercarse el cierre de las paritarias, pagar en tres meses se puede verse como más atractivo, aunque el tema tiene sus matices.
“Si uno es medido y administra bien sus finanzas personales, pagar en cuotas la compra del súper puede ser negocio porque permite ‘pisar el precio’ y saldar los últimos pagos con ingresos que probablemente ya estén actualizados”, explica Nicolás Litvinoff, experto en finanzas personales y director del sitio Estudinero.net. Aunque advierte: “Pero hay que tener cuidado porque, al tarjetear, el momento del pago se disocia del momento de la compra y a la gente le parece que no está gastando mucho. Entonces, se endeuda en exceso y luego termina sin poder pagar el resumen, con costos altísimos”.
Actualmente, con casi todas las tarjetas de crédito se puede comprar en cadenas de supermercados en tres o cuatro cuotas “sin interés”, a veces sólo en ciertos días. Los costos financieros, según el caso, van del 3,5 al 8% de lo gastado. Si en cambio se eligen 5 o más cuotas fijas, los recargos se disparan y pueden superar el 55%./clarín.com.ar