16 DIC 2014 Los fondos buitre no se inmutaron con el resultado del fallido canje del Boden 2015 que llevó a cabo el Gobierno la semana pasada, y afirman que quieren negociar ya una solución, que incluiría una quita sobre la suma que obtuvieron a su favor con el fallo firme en Estados Unidos de junio pasado. Así expresaron a LA NACION fuentes cercanas a los hold outs, que creen que aun si la emisión del Bonar 2024 (el bono que se iba a canjear por el Boden) hubiera sido exitosa, el Gobierno sólo habría comprado algo de tiempo, pero no habría solucionado su falta de acceso al mercado de capitales.
Desde Nueva York, las fuentes indicaron: “Somos indiferentes a los resultados del swap, queremos negociar y ver el fin de esta disputa”.
El discurso va en línea con las palabras del fundador del fondo NML, Paul Singer, que la semana pasada dijo en un foro que estaba preparado para negociar desde el mes próximo, cuando venza la cláusula RUFO. Por esta razón, los holdouts aclaran que están dispuestos a aceptar una quita, aunque no aclaran de qué magnitud.
“Los holdouts aceptan concesiones. No persiguen lograr el 100%”, indicaron las fuentes, en relación con los US$ 1650 millones logrados con la sentencia del juez Thomas Griesa, que fue ratificada en segunda instancia y por la Corte Suprema.
Al respecto, los holdouts creen que el Gobierno no debería seguir buscando atajos para endeudarse a tasas cercanas a los dos dígitos en el mercado local, cuando podría, como el resto de los países de la región, hacerlo a un interés mucho más bajo. “Es innecesariamente costoso para la Argentina recaudar dinero al 10%. No es saludable para la República y para sus ciudadanos”, explicaron las fuentes.
En este sentido, reiteraron que “un acuerdo final será favorable para toda la Argentina: sus funcionarios, sus líderes empresarios y el pueblo, que podría recibir mayores subsidios sociales”.
Sin embargo, los fondos sospechan: “Creemos que la decisión de no negociar es política, no económica”. Por eso mantendrán la vía de presión paralela de la causa contra Lázaro Báez y otros empresarios kirchneristas en Nevada, en busca de bienes o fondos de los Kirchner en Estados Unidos.
La intención de esta pesquisa no es “destapar” escándalos de corrupción, sino presionar al Gobierno para que se siente a negociar el pago de la deuda lo antes posible. La táctica es similar a la que siguieron contra el presidente del Congo Denis Sassou-Nguesso; al no poder hallar ningún activo oficial o privado de él, comenzaron a seguir los movimientos financieros de su hijo, Denis Christel Sassou-Nguesso, hasta que encontraron excesivos gastos con tarjetas de crédito en el exterior y lograron hacerse de ellos.
Por otro lado, el ministro de Economía, Axel Kicillof, volvió a interpretar de manera muy particular el resultado del canje, que logró atraer menos del 10% de los bonos lanzados por el Gobierno.
“Fue tremendamente exitoso”, expresó en declaraciones radiales. Luego aclaró: “La Argentina no está desesperada por conseguir dólares, como estuvo en otras épocas”.
Sin embargo, en Economía aclararon a LA NACION que, una vez que el mercado lo permita, relanzarán en 2015 la operación, para ver si logran un resultado mejor.
Alejo Costa, jefe de estrategia de Puente, dijo a LA NACION que “el Gobierno quiere hacer el canje nuevamente, pero en condiciones más favorables, y si lograra una colocación al 10%, podría cerrar el programa financiero de 2015 sin tener que negociar con los holdouts“.
/fuente: lanacion.com.ar