12 abril 2016.- No podía soportar que ofendieran la memoria de su padre y eso impidió al primer ministro David Cameron revelar de una vez por todas que tenía acciones ya vendidas en un trust de Blairmore Holdings, una compañía offshore familiar. Después de seis diferentes declaraciones donde omitió la verdad, el premier busco hoy salvar su cargo , su reputación y el resultado del referéndum por permanecer en Europa en una declaración en la Cámara de los Comunes, tras la peor semana de su vida política. El domingo y bajo fuego , tanto opositor como de su partido, reveló una tardía declaración de sus impuestos y donaciones maternales de 200.000 libras esterlinas, que dejaron tantos interrogantes sobre la legalidad de su origen hereditario como las revelaciones de los Panamá Papers que lo acosan.
Con un bronceado de sus recientes vacaciones en Tenerife , donde lo sorprendió la revelación y en el reinicio de las sesiones parlamentarias el lunes, Cameron se defendió de las acusaciones con una “revolución tributaria”, que forzó a su Chancellor de las finanzas George Osborne y a sus equivalentes en la oposición a revelar sus impuestos e intereses. Así quedó en evidencia que Osborne paga lo mismo en impuestos que toda la fortuna de Jeremy Corbyn, el líder laborista: 72 .000 libras esterlinas o 102.000 dólares. En el último minuto evitó una frontal coalición con sus diputados torys, que ya estaban furiosos, al excluirlos de estas obligaciones con el argumento de que ya declaran bajo el código de la Cámara de los Comunes. Los legisladores torys son generalmente ricos, tienen trusts como los que Cameron trató de salvar de regular en la nueva legislación europea y acusan al primer ministro, en riguroso off the record, de haberlos dejado sumergidos en su “propia estupidez”. Si algo están buscando es un nuevo líder y lo quieren tener después del referendum por Europa.
“Yo vendí las acciones porque no quería ninguna cuestión de conflictos de intereses”, declaró el primer ministro en su mea culpa, incómodo pero seguro, con la Camara de los Comunes repleta. ”Desde el 2010 no tengo ninguna acción o inversión”, dijo , tras aclarar que su inversión era en dólares y por eso habían elegido ese paraíso fiscal. Justificó sus idas y vueltas para admitir que las tenía cuando reconoció que “ha habido profundamente hirientes y mentirosas declaraciones sobre mi padre. Yo sé que era un gran trabajador y maravilloso papá y yo estoy orgulloso de todo lo que ha hecho” . Una frase para calmar a Mary, su madre, furiosa porque Ian, su marido y padre del premier, fuera arrastrado “en el barro” a causa de los Panamá Papers.
Cameron es un hombre de la comunicación. Allí están sus orígenes para llegar a la política y encontró en su pasado y sus recursos de “spin doctor” un concepto que los británicos aprecian en su ejercicio de rescate político. “Los británicos tienen derecho a ganar su dinero legalmente. Las aspiraciones y la creación de riqueza no deben ser malas palabras”, anunció para justificar inversiones en el exterior de los británicos, aunque paguen impuestos sobre ella. Así le transfirió el fardo a Jeremy Corbyn, el líder laborista, que denunció “los seis anos de austeridad” de Cameron, los británicos forzados a concurrir a bancos de comida, y el recorte a los subsidios de los discapacitados mientras “los super ricos no pagan los impuestos”.
El escándalo “offshore” será pagado por los paraísos fiscales, que son territorios británicos, o de la Corona, como es el caso de Guernesey y Jersey, las islas del Canal de la Mancha. Ellos deberán implementar nuevos estándares para informar sobre situaciones tributarias con intercambio de información automatica, que estará vigente desde el mes de septiembre.
“Por la primera vez, la policía británica y la justicia podrán saber quién realmente es propietario y controla cada compañía incorporada en estos territorios: las islas de Caimán, las islas Vírgenes británicas, Bermuda, Isla de Man, Jersey, todas”, informó Cameron en un sorpresivo movimiento. Una nueva agencia analizará toda la información que ha provisto Panamá y tomará “rápida acción” . El primer ministro Cameron organizará en Londres una cumbre anticorrupción global próximamente.
Los bancos y las corporaciones también estarán afectadas con este nuevo régimen que se pondrá en práctica en Gran Bretaña. Será una ofensa criminal para las corporaciones y los bancos que no frenan a sus empleados que facilitan la evasión fiscal.
En la interpelación parlamentaria, el líder opositor Jeremy Corbyn denunció el ejercicio de David Cameron como “una clase maestra en distracción”. Acusó a Cameron de haber intervenido directamente en la Unión Europea para que no se impusiera transparencia en los trusts offshore y bloqueara una lista negra de paraísos fiscales realizada por ese bloque. Para Corbyn, hay una sola respuesta: gobierno directo de Gran Bretaña sobre todos sus territorios que son paraísos fiscales. Los días que vienen dirán si Cameron consiguió salvar su pellejo en el affaire, si no salen nuevas compañías off shore o trusts de ministros o diputados en los Panama Papers. Su Chancellor, el millonario George Osborne, sólo presentó su declaración tributaria del 2015. Detrás de este escándalo, Cameron enfrenta tres graves problemas: la renuncia que le pidieron en manifestaciones muchos ciudadanos británicos; un partido dividido y profundamente euroescéptico que no lo quiere y preferiría otro líder en Downing Street; y el referéndum por Europa del 23 de junio, donde él apoya quedarse en Europa, cuando el Brexit tiene ventajas en los sondeos. Estas denuncias de corrupción fortalecen al Brexit y ponen en riesgo el triunfo de Cameron. Aunque él ofrezca ahora un gabinete de reconciliación con los otros conservadores antieuropeos para salvar su puesto postreferendum.
Fuente: / clarín.com.ar