22 ABR 2015 “Los rusos no son los chinos. No te dan financiamiento y es más difícil comprarles algo”, le comentó ayer Agustín Rossi a Clarín, en el lobby del hotel Four Seasons. El ministro de Defensa firmará aquí un acuerdo marco de cooperación con su par ruso, pero por ahora no podrá avanzar en la compra de tres nuevos helicópteros Mi 171E para ampliar de dos a cinco la flota que incorporó la Fuerza Aérea en 2011. Los rusos no dan crédito y habrá que ir comprando de a uno y en efectivo, explicó Rossi. Ni que hablar de los aviones caza Sukhoi, mencionados por la prensa británica como de interés para la Argentina. “Es imposible. Están entre los aviones más caros del mundo. Estamos evaluando otras opciones para reemplazar los Mirage (que serán desafectados a fin de año)”, comentó.
No sólo es difícil comprarles (sin contar el gasoil, que hoy representa más del 80 por ciento de las importaciones argentinas de Rusia). También es difícil venderles.
Muchos empresarios argentinos se entusiasmaron el año pasado con la posibilidad de aprovechar el embargo que impuso Rusia para la compra de alimentos de la Unión Europea, Estados Unidos y Australia, como respuesta a las sanciones por la anexión de Crimea.
Pero a poco de andar se encontraron con infinidad de trabas burocráticas y la mayoría desistió. En una empresa de carnes y chacinados santafesina contaron a Clarín sobre los “extraños manejos” de Capitol City, una consultora que representa en Argentina al organismo de sanidad alimentaria ruso y cobra importantes sumas para habilitar las plantas exportadoras y luego un porcentaje de cada embarque.
La fuerte devaluación del rublo de fin del año pasado cortó la cadena de pagos a los productores de peras y manzanas de la Patagonia y de cítricos del Noroeste que exportaban a Rusia. Muchos de ellos tuvieron que renegociar precios a la baja. Otros, prefirieron tirar su cosecha. Quizás por todo esto, mientras las importaciones rusas no pararon de crecer y se triplicaron durante el gobierno de Cristina Kirchner, las exportaciones hacia ese destino se mantuvieron estables en poco más de 700 millones de dólares anuales.
Una muestra de la escasa expectativa es que apenas 57 empresarios argentinos viajaron para la ronda de negocios que se realizará hoy, según confirmaron anoche desde la comitiva argentina. Lejos quedaron los Jumbos de Aerolíneas repletos de hombres de negocios que acompañaron en otros tiempos a Cristina a Angola o a China./ clarín.com.ar