21 MAY 2015.- Antonio Caló no estaba de ánimo para escenificar su acuerdo salarial con una foto y una conferencia de prensa en un salón de la Casa Rosada. Incómodo, apresuró su retirada de Balcarce 50 en silencio, después de la reunión que los gremios oficialistas mantuvieron con la presidenta Cristina Kirchner. Dejó en manos del estatal Andrés Rodríguez, referente de UPCN, la incómoda misión de exhibir conformismo y armonía con el Gobierno tras el cierre en bloque de cinco paritarias en torno al 27%.
“Yo arreglo por los metalúrgicos. No le marco la cancha a nadie, como hacían otros”, dijo el jefe de la CGT oficialista y de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) hace unos días, cuando la pauta salarial de referencia todavía estaba en plena negociación y su gremio amenazaba con un paro para conseguir un 32% de aumento.
Por mandato del congreso de delegados de la UOM, Caló debía cruzar una meta: lograr que el salario inicial trepe de 6400 a 8500 pesos, lo que equivale a un alza de 32%. Con el acuerdo firmado anteanoche, el salario más bajo será de $ 8160, a partir de julio. Si bien la determinación de aceptar el trato se resolvió de manera democrática en la cúpula de la UOM, el 27,8% en el que se firmó finalmente la paritaria no dejó conforme a las bases y generó malestar en algunas seccionales.
“No alcanza para nada. El aumento tiene gusto a poco. Debería haber sido de un 30% o ir al paro de 36 horas. Pero la culpa no es de Caló, solamente. Es de todos los delegados paritarios”, dijo a LA NACION Rubén Urbano, jefe de la UOM en Córdoba. La misma sensación se transmitió desde tres seccionales bonaerenses de la UOM. “El 27% no les cierra a las bases. No es lo que se pactó en el congreso de Mar del Plata”, dijo el referente de una de ellas.
Caló tendrá mañana una prueba de fuego: asistirá al encuentro de delegados de la poderosa seccional de Capital. Allí se debatirá sobre el acuerdo salarial, pero, sobre todo, se trazará la estrategia para reclamar un aumento extra a futuro. “Vamos a ir por algo más, fábrica por fábrica”, advirtió un metalúrgico que tampoco quedó conforme con el 27,8%.
Así como ya lo reconoció públicamente, Caló insistió ante el consejo directivo de la UOM en las presiones que recibió del Gobierno para limitar el aumento salarial. “No creo que un punto más para la UOM modifique el rumbo de la economía”, intentó convencer al ministro de Economía, Axel Kicillof, quien coordinó las paritarias. No hubo caso.
Dentro de la interna metalúrgica, causó sorpresa el rechazo de la seccional de La Matanza al trato sellado. Su titular es Hugo Melo, que responde al histórico Carlos Gdansky, diputado nacional del Frente para la Victoria.
También hubo cortocircutos en la tropa de gremios estatales. El oficialista Andrés Rodríguez, de UPCN, fue blanco de las críticas de sus colegas de ATE, que fueron excluidos de la negociación salarial. En desacuerdo con el 27,4% que firmó unilateralmente UPCN, los estatales de la secional ATE Capital se manifestaron ayer frente al Ministerio de Economía, cuyo titular, Kicillof, respondió con una firme defensa de las paritarias: “Son libres, y es un proceso de discusión sano entre trabajadores y empresarios”.
LOS CAMIONEROS DE MOYANO VAN POR UN 33%
- Así como la atención estuvo puesta en la paritaria de la UOM, cuyo jefe, Antonio Caló, lidera el sindicalismo oficialista, ahora las miradas se posarán sobre el gremio de los camioneros, que dirige Hugo Moyano, referente de la oposición sindical. Ayer, su hijo Pablo, número dos de los camioneros, plantó sus exigencias: “No vamos a firmar por menos de 33 por ciento”.
- La intervención del hijo del líder de la CGT opositora se dio un día después del cierre de cinco paritarias de gremios oficialistas, entre ellas la de la UOM, en torno a un 27%, la pauta de referencia que ordenó el Gobierno. “El acuerdo es ridículo. Fueron presionados por el Gobierno. Después dicen que no hay techo salarial…”, cuestionó Moyano.
- Pablo Moyano apuesta a que “la gran mayoría” de los trabajadores de los sindicatos que firmaron una suba salarial por el 27% se sumarán al paro nacional del 9 de junio próximo. “Van a apoyar”, arriesgó. Convocan a la huelga los gremios del transporte y las tres centrales obreras que no están alineadas con la Casa Rosada./com.ar