30 dic 2015.- Cuando desembarcó en el Senado, Gabriela Michetti se sorprendió al encontrar que su predecesor, Amado Boudou, había hecho pintar de un blanco inmaculado la boiserie de roble de Eslabonia que recubre las paredes de la presidencia de la Cámara Alta, algo considerado prácticamente como una profanación al buen gusto. Pero más allá de esos detalles, la vicepresidenta también está interesada en determinar el estado financiero y administrativo en que el ex vicepresidente dejó el Senado.
Por esa razón, ayer Michetti firmó un acuerdo con el decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, César Albornoz, para que especialistas de esa unidad académica realicen una completa auditoría sobre el estado de situación en el que se encontraba la Cámara de Senadores el pasado 10 de diciembre.
Un acuerdo similar fue firmado también ayer por Emilio Monzó. El presidente de la Cámara de Diputados también quiere que “técnicos independientes” determinen cómo dejó la Cámara baja su predecesor en el cargo, el ex diputado K Julián Domínguez.
Helio Rebot, flamante secretario Administrativo de la Cámara Alta, fundamentó la decisión de realizar la auditoría con el argumento de que “es conocido que el Senado estaba administrado por alguna gente cuestionada“, en referencia a Boudou. También detalló que “al día de hoy no sabemos el estado de deuda con los proveedores. Se nos están pidiendo pagos por cosas que ni sabíamos que existían“.
La auditoría también buscará determinar las tareas que realiza el personal de ambas Cámaras y cómo y cuándo fueron contratados. A las nuevas autoridades del Senado les llamó la atención, por ejemplo, que hay empleados que lograron dos recategorizaciones consecutivas en el último año.
El convenio con Económicas de la UBA es por 120 días, pero el primer informe parcial de la auditoría estará listo a fines de enero próximo.
Fuente: / clarín.com.ar