La reforma tributaria que tanto reclaman los empresarios como una de las claves para mejorar la competitividad no será un hecho este año. Así se los hizo saber el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, a distintos miembros de cámaras con los que se reunió en los últimos días. Ayer fue el turno de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal), a cargo de Daniel Funes de Rioja, quien cayó a las oficinas del 5º piso de Yrigoyen 250 con un documento bajo el brazo que muestra la evolución de la industria alimenticia durante 2016 y qué reformas serían necesarias para potenciar el crecimiento local y las exportaciones.
Según precisó el empresario a El Cronista, le planteó al ministro el “peso de la cuestión fiscal sobre la competitividad” y la necesidad de tener un “cronograma” que les permita saber cuándo y con qué plazos se irán solucionando las distorsiones tributarias que, en el empresariado y en el Gobierno, coinciden en que deben eliminarse.
A través de un comunicado, la Copal recordó que la industria de alimentos y bebidas (IAB) está sujeta a una alta presión tributaria global, que puede llegar al 36,9% sobre la facturación de los sectores representados por la cámara. “Sin embargo agrega, cuando se computan todas las cadenas comerciales de los productos elaborados, hasta llegar al consumidor, el peso promedio de los impuestos es del 40,3% para alimentos y del 48,5% para bebidas”.
Además, la entidad planteó la existencia de una “alta complejidad operativa, con cambios normativos frecuentes y diferentes regímenes a nivel local, lo que genera una pesada carga burocrática, altos costos operativos y financieros”. Por ello, Copal propuso una simplificación tributaria, además de una armonización y automatización de los procedimientos. Entre los impuestos mencionados como distorsivos, se nombran el de los débitos y créditos, Ingresos Brutos y los impuestos al trabajo.
Dujovne les dijo a Funes de Rioja y a otros tres directivos de la cámara que el Gobierno está analizando todas las iniciativas para concluir en una reforma tributaria integral este año. Sin embargo, no se enviará al Congreso durante 2017, les aclaró. Desde Hacienda confirmaron que la intención es que el proyecto esté listo durante los próximos meses pero para presentárselo al presidente Mauricio Macri. “En un país donde tenemos una gran cantidad de impuestos distorsivos, queremos generar la mejor reforma posible”, dijeron fuentes del Ministerio, quienes agregaron que el ministro les pidió a los empresarios el cuidado del empleo.
“La pesada carga tributaria y los costos laborales no salariales atentan contra la competitividad de la industria de alimentos y bebidas, en especial de las pymes y economías regionales”, señaló Funes de Rioja, quien agregó: “Por eso necesitamos encarar una segunda generación de reformas para volver a crecer, alcanzando la competitividad hoy resentida”.
Durante la audiencia, la entidad presentó ejemplos concretos del volumen de trámites a los que está sometido un empresario. Solo para transportar chacinados, se requiere cumplimentar 16 documentos, y una pyme del mismo sector enfrenta 11 vencimientos impositivos en veinte días hábiles. A su vez, para abrir una empresa avícola, es necesario realizar 166 trámites y una gran empresa alimentaria debe presentar anualmente más de 870 declaraciones juradas determinativas de impuestos.
Dujovne recibió a la Copal como parte de los encuentros que está manteniendo con todos los sectores. Primero recibió al presidente de la UIA, Adrián Kaufmann, y luego siguieron los encuentros con los referentes de la Sociedad Rural Argentina (SRA), la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra) y ayer los alimenticios. Acompañaron a Funes de Rioja el prosecretario de Copal, Félix Pereyra; la directora ejecutiva, Carla Martín Bonito; y el presidente del Departamento de Política Tributaria, Fernando Guntern.
Fuente: cronista.com.ar