Los altos niveles de inflación no sólo complican la vida a los actores económicos, sino también a los profesionales en Ciencias Económicas que, además, deben hacer una serie de readecuaciones e interpretaciones contables y jurídicas cada vez que el Gobierno modifica las normas y crea nuevos impuestos. En ese sentido, el presidente del Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Tucumán, José Luis Romero, y la vicepresidenta Érica Silvana Stöckl, señalan que el problema central que produce la inflación es el aumento de la cantidad de moneda más allá de lo que se demanda en el mercado.
Según la entidad, el incremento mensual de la tasa es sumamente preocupante para todos los sectores económicos como lo muestra la evolución de la tasa interanual de inflación desde marzo de 2021, cuando trepó al 42,6% interanual al 55,1% en igual mes de este año, de acuerdo con el estudio comparativo que hicieron a partir de los datos oficiales.
Recuerdan que, hace unos días, el Banco Central elevó 250 puntos (2,5% anual) la tasa de interés luego del histórico dato de inflación. Para personas físicas, el nuevo piso se fija en 47% anual para las imposiciones a 30 días hasta $ 10 millones, lo que representa un rendimiento aproximado del 55,3% de tasa efectiva anual (TEA). “Esta inclinación hacia el alza de la tasa de interés para enfrentar al aumento de la inflación que en marzo alcanzó a nivel nacional el 6,7% (en Tucumán la tasa fue del 7,53%) puso en evidencia que a pesar que los rendimientos de los plazos fijos tradicionales, que ahora predominan por sobre el refugio en el dólar, no tienen soporte aún para protegerse de los precios”, explican.
Las autoridades del colegio de profesionales no pierden de vista que el financiamiento del gasto público vía emisión monetaria puede ser considerado como un impuesto a los activos monetarios. “Esto significa que aquellos que viven de los ingresos fijos (asalariados y jubilados) van a pagar el impuesto inflacionario en forma plena. Por ello resulta bastante obvio que el inflacionario es uno de los más regresivos que pueda existir y no se lo incluye en el listado de los más de 160 impuestos que existen en el sistema tributario, una verdadera pesadilla para los contribuyentes y los Contadores Públicos asesores en la materia”, acotan.
La historia argentina para este siglo muestra un problema endémico donde hoy podemos afirmar que la causal de la inflación es polifactorial, expresan. Eso se debe a los problemas de estructura de cuello de botella del sector externo, déficit fiscal crónico, comercio internacional reducido, baja tasa de inversiones extranjeras netas directas y un consumo volátil. Por otro lado, se suma el efecto pospandemia, el conflicto bélico entre Rusia-Ucrania, a los conflictos de las principales fuerzas políticas de nuestro país, pero con poco impacto y los reiterados errores no forzados de las autoridades económicas por decisiones mal tomadas o tomadas a destiempo (control de precios, mala política de compras de gas para cubrir los faltantes de inviernos, etc.).
También estamos en presencia del sorpresivo regreso de la inflación global lo cual pone de muy mal humor a los ciudadanos de otros países que habían superado este flagelo. Por ejemplo, el aumento de la Tasa de inflación de España que según informaron en las últimas horas es de casi el 10% anual, generado por el aumento sobre todo de los commodities y la expansión de su gasto público a causa de la pandemia.
¿Cuáles son las posibles soluciones para reducir la inflación? El Colegio de Graduados enumera las siguientes alternativas que el Gobierno nacional puede adoptar para encarrilar la situación:
-Diseñar un plan económico coherente y consensuado que comprendan los aspectos monetarios, fiscales y cambiarios, en tanto los distintos sectores económicos (el Estado, los trabajadores, los empresarios y las familias) busquen negociación y no confrontación.
-Establecer metas anuales de inflación y sellando acuerdos entre los sectores económicos.
-Reducir impuestos al trabajo, a las nuevas contrataciones laborales, realizando modificaciones tributarias básicas, especialmente en el IVA. “Sería necesario que no haya ningún otro impuesto, como el de las rentas inesperadas que las autoridades están impulsando. Tampoco proponer un fondo nacional para la cancelación de deuda con el FMI soportado por quienes tienen fondos no declarados en el exterior del 20% que sería otra mala decisión de confrontación debido que el fisco tiene actualmente otras herramientas con la legislación para obtener esos recursos y más en la medida que cuente con la información y un plan de fiscalización”, indican las autoridades del colegio de graduados.
-Con respecto al mercado cambiario volver a una política de tipo de cambio administrado, recuperando el dominio sobre la formación de la confianza y las expectativas y moderando la política monetaria para reducir principalmente la demanda de dólares, con la contrapartida de darle mayor eficiencia al gasto público.
-Es necesario restablecer la confianza institucional y regularizar los mercados primarios de insumos, evitando los altos niveles de concentración.
“Hoy se torna ineficaz imaginar una solución en dolarizar la economía porque los que tienen la soberanía de la moneda no desean sustentar un programa de ese tipo y además no hay niveles de reserva para respaldar dicha política si lo que se busca es un esquema de bimonetización con convertibilidad monetaria”, consideran. “Hoy más que nunca, se requiere la profesionalización de quienes conducen la economía como agentes gubernamentales y un acuerdo político integral con bases económicas para que la mirada frente a la inflación no sea pasiva”, finalizan.