15 Jun 2015.- Invitado a participar de una charla sobre el libro del economista Bernardo Kosacoff, (Globalizar desde Latinoamérica), que relata cómo la fábrica de caramelos que fundó su padre en la cordobesa Arroyito en 1951, llegó a convertirse en la principal empresa exportadora de alimentos de la Argentina, Luis Pagani, dueño de Arcor, deja fluir su experiencia a lo largo de esos años y se dispone a responder inquietudes. Sus interlocutores son estudiantes de la Universidad Torcuato Di Tella. Los temas van desde la posición competitiva de Arcor y su inserción en el mundo, la integración vertical de la compañía y las alianzas internacionales como parte de su estrategia de negocios. Aquí, parte de ese intercambio.
-¿Qué pronostica sobre el consumo y la situación de las empresas en el corto plazo?
-2016 y 2017 van a ser años de ajuste. Para enfrentarlos vamos a innovar, algo que está en nuestro ADN.
-¿Cuál es el objetivo de un empresario?
-Pese a que en la Argentina, es muy difícil hablar de globalización, yo creo en ella. Incertidumbres hay en todos los mercados, sin embargo, sobreviven las empresas sustentables. Los países van a ir perdiendo peso. En cambio, los consumidores van a ser los garantes del desarrollo de una empresa.
-¿Por qué Arcor centró su experiencia en el sector exportador?
-Generar negocios con vaivenes económicos siempre es difícil, por eso estamos obligados a exportar. Hay una cuestión de escala y también nos obliga a ser competitivos. El mercado interno es más cómodo, cuándo está cerrado se generan distorsiones fuertes y se puede, entre otras cosas, pagar demasiado cara la materia prima.
-Arcor es una empresa integrada verticalmente, ¿a qué se debe?
-Mi papá sacaba hasta los costos de los palitos de los chupetines. desde alli dimos un salto en la producción que permitió evaluar otros caminos, como las plantas de fructosa, de papel y de azúcar (Ingenio de la Providencia) que nacieron como insumos estratégicos y pasaron a ser empresas muy rentables.
-¿Nunca pensó en una integración vertical con el sistema financiero?
-Nuestro capital siempre estuvo invertido en lo sabemos hacer. Cuando uno tiene una empresa con un potencial, entretener ese capital en un banco no es tan atractivo como en la producción.
-¿No se tentó cuando le ofrecieron comprar su empresa?
-No. Vivimos circunstancias muy difíciles en 2001, cuando nos impactó una fuerte caída de ventas y tomamos la decisión de no cerrar fábricas y no despedir gente. Solo paró la producción una de las fábricas por 60 días.
-El consumo de golosinas es cuestionado por la vida saludable…
-El azúcar es energía y es necesaria. En todo caso, el tema está en la mayor actividad física que deben hacer los chicos./clarín.com.ar