Respeto, un pedido básico y elemental. Los profesionales en ciencias económicas vienen desde siempre, pero con más fuerza en los últimos meses, pidiendo que no se vulneren los principios básicos de su profesión, en tiempos en los que se alienta a la población irresponsablemente al “hágalo usted mismo”, sin comprender los graves problemas que eso ocasiona.
Como si se tratase de una responsabilidad menor, desde organismos oficiales se han venido atacando y minimizando las tareas de quienes tienen en sus manos asesorar financiera e impositivamente a los ciudadanos y contribuyentes. Ya resulta reiterativo tener que enumerar las consecuencias de esa “automedicación” a la que empujan a quienes luego se encuentran en un laberinto sin salida.
Desde el Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Tucumán venimos trabajando mes a mes en capacitaciones, actualizaciones, cursos y charlas porque nuestra profesión es dinámica, permanentemente requiere de nuevos conocimientos, de nuevas herramientas que los mismos que desmerecen lo que hacemos ponen en vigencia. El actual sistema tributario argentino merece una simplificación, lejos está de ser el sistema sencillo e intuitivo que pretenden que el contribuyente crea que es, pero siempre requerirá de un profesional capacitado.
Cambios de Sistemas
La participación de los profesionales resulta fundamental para corregir errores, como si se tratase de una ironía son los profesionales en ciencias económicas, lo que son minimizados, los que ayudaron en el último año a corregir casi una centena de errores que tenía un aplicativo oficial destinado para que el contribuyente pudiera exteriorizar el pago de Ganancias y Bienes Personales.
También son los mismos profesionales que deben tolerar caídas de sistemas, horas y horas de espera cuando no se puede acceder a un sitio o solicitar y esperar casi como una solución divina prórrogas que a priori deberían haber sido otorgadas, ya que los tiempos no alcanzan justamente por falencias y complicaciones del sistema oficial.
Todo el conocimiento de los profesionales es producto de horas de lectura de leyes, de capacitaciones y, fundamentalmente, de un compromiso con nuestros clientes de siempre hacer lo correcto, teniendo en cuenta que existen obligaciones nacionales, provinciales y municipales que permanentemente están modificándose y que tenemos la obligación de conocer. Así como un médico debe tener la obligación actualizarse acerca de un nuevo tratamiento o de los efectos nocivos de algo que se creía benigno, en el resto de las profesiones, por más que comparativamente no se trate de cuestiones de vida o muerte, mejoran o perjudican la calidad de vida de los “pacientes” y tampoco hay margen de error.
Por todo ello es que los profesionales en Ciencias Económicas piden respeto, nada más y nada menos que por ser piezas fundamentales en el engranaje que significa el sistema tributario argentino, que permite que se recaude, que cada ciudadano contribuya y que el país funcione.