03 NOV 2014 Sergio Kaufman, presidente de Accenture Argentina y Sudamérica Hispana, compartió una interesante charla con Ámbito Biz sobre el mercado de profesionales durante el Coloquio de IDEA. Cuáles son las carreras con “desempleo cero”, el buen nivel del egresado local y por qué es tan demandado el profesional argentino en el exterior. Además, cómo está el sector de exportación de servicios de alto valor que hoy emplea a 120.000 personas en el país y que genera exportaciones por u$s 6.000 millones, el equivalente a 17 millones de toneladas de soja.
Periodista: ¿Cómo está viendo el mercado?
Sergio Kaufman: En términos generales, nuestro mercado es un 40% argentino y un 60% de exportación. El argentino está bien porque nos posicionamos en muchas “global local”, que dan servicios desde acá o tienen prácticas que abastecen a distintos lados de Latinoamérica, por lo que muchos proyectos de consultoría se hacen de acá por talento básicamente. También tenemos participación fuerte en energía. La banca está sólida también. Hace unos días vino mi jefe y la pregunta es “¿cómo crecemos más?”. Desde el mundo están supercontentos con lo que reciben desde la Argentina. Además, estamos teniendo demanda interna y del extranjero. Hace poco empezamos con una búsqueda de 700 profesionales. Tomamos 600 en los últimos 120 días y todavía tenemos 400 o 500 más para tomar hasta marzo.
P.: De esos 700, ¿cuántos son para internos y cuántos para afuera?
S.K.: Más o menos, dos tercios externos, un tercio interno.
P.: ¿Y para qué rubro?
S.K.: Energía, industria, y otra parte para banca. Eso en lo local. Y para afuera, recursos humanos, gente de administración de finanzas y, obviamente, tecnología. Es mezclado. Más allá de cómo sople el viento, no vemos ningún escenario complicado, vemos crecimiento.
P.: Muchos empresarios están alertando que en el último trimestre se pueden incrementar las suspensiones o puede haber más despidos…
S.K.: Es mezclado. La mejor métrica que tengo es si logramos tomar la gente que queremos tomar. Te diría que hay sectores en los que nos sigue costando, donde el mercado está poco ofertado (tecnología, ingeniería), donde no hay un problema de desempleo entre profesionales.
P.: Sigue siendo para los empresarios una gran preocupación la retención de talentos…
S.K.: Absolutamente. En lo que es realmente talento profesional o terciario, todo el mundo está escaso. No veo que vaya a haber un tema de desempleo entre talentos.
P.: ¿Ve al empresario argentino pendiente del costo del talento?
S.K.: Creo que sí. Cada vez más cuando le falta o se le va alguien crítico, lo lamenta. La complejidad de los negocios en el mundo se complicó por la tecnología, la logística, porque si querés exportar con valor agroalimentos se complica la redistribución… Para una empresa, perder talentos tiene un valor enorme.
P.: Algunos empresarios dicen que al no poder repatriar dividendos hay empresas con excedente de pesos que los usan para contratar servicios como los de ustedes…
S.K.: No sé si por el tema dividendos. Estamos viendo inversión. No sé cada caso en particular si se hace por eso.
P.: ¿Pero es cierto que muchos contratan servicios para reacomodar procesos internos y mejorar los márgenes de rentabilidad?
S.K.: Eso ocurre, pero me parece que es un círculo virtuoso. Tenés dinero y lo invertís en mejorar y generás, de paso, empleo. Se realimenta solo. Puede haber de eso, hay de inversiones estratégicas. Hay un poco de todo. Hay cierto talento que es difícil de conseguir, entonces agarrás un tercero que tiene el talento y te ayuda en ciertos procesos de transformación; es una mezcla de todo.
P.: En el mercado interno y externo, ¿cuáles son los talentos más difíciles de conseguir hoy?
S.K.: Te diría todo lo que es ingeniería o ciencias duras y aplicadas. Todo lo que es cierta parte de tecnología informática. No todo, pero algunas tecnologías son difíciles. Y después, contadores o administración; hay ciertas habilidades como supervisión (el profesional que tiene la visión global).
P.: ¿Qué diferencia tiene el talento argentino con el de afuera?
S.K.: El talento argentino se hace notar rápido. Las ganas que le pone a su carrera un argentino son diferenciales. Sobre todo, un trabajador formado en universidad le pone mucha energía en la carrera. El profesional argentino es gente muy meticulosa, muy obsesiva de su carrera, le pone una energía enorme y eso se nota desde afuera. Tienen ganas de aprender, flexibilidad y nunca te dicen “no, yo no hago esto”. Si tienen oportunidad de expandir su conocimiento, la van a tomar.
P.: ¿Qué diferencia hay entre los nuevos talentos y los de dos décadas atrás?
S.K.: Temas de hábitos y cultura. El tema de la Generación X lo desdramatizo. Creo que la gente nueva tiene tantas ganas de progresar como tenían las generaciones anteriores. El lenguaje es un poco distinto. Que venga tu jefe y te escriba la lista de cosas que tenés que hacer en el día no va más. Ahora te tenés que sentar y explicar a dónde querés llegar, y probablemente la lista se la haga la persona. Al final, no hay ninguna diferencia. Es la manera en la que te comunicás. Hoy te van a mirar raro si hacés una lista.
P.: Da la sensación de que las empresas adoptan cada vez más el trabajo a distancia. ¿Es así?
S.K.: De las 7.200 personas que trabajan con nosotros, cómodamente 4.000 o 4.500 deben hacer uno o dos días por semana trabajo desde su casa. Estamos hablando de una masa grande. Es extremadamente exitoso. Nosotros proveemos la tecnología. Mucha gente cuando dice qué es lo que más le gusta de su trabajo, entre las primeras cinco cosas pone la flexibilidad. Especialmente, mujeres con hijos chiquitos.
P.: En estos momentos de poca creación de empleo, ¿a ustedes se les disparan las contrataciones?
S.K.: Es independiente. Es más asociado a proyectos de inversiones de transformación. Se va reconociendo a la Argentina como un lugar de talento y productividad diferencial. La combinación de esas cosas más el múltiple lenguaje… Conseguir en la India una persona que hable inglés y alemán o francés es casi imposible. En la Argentina, por la historia inmigratoria, eso existe y es una cosa única.
P.: Muchos empresarios se mostraron en IDEA preocupados por la educación. ¿Qué ven ustedes?
S.K.: Una cosa es una empresa que toma gente de secundaria, que el perfil es distinto, a lo que es el nivel universitario que, a mi visión, se ha mantenido. No veo una crisis de calidad de egresados.
P.: ¿Y por qué está instalado que la calidad no es buena?
S.K.: La calidad es buena. Lo digo y reafirmo en todos lados. Hay un ecosistema de universidades privadas muy interesante. La UBA sigue siendo un “powerhouse” con graduados muy buenos. Ahora, si queremos duplicar el volumen es otra historia. Yo no diría que en los graduados haya una crisis de calidad. En ingenieros e informática sí hay una crisis de cantidad. Hay ciertas carreras en las que el desempleo es “cero”.
P.: ¿Cree que el próximo incremento de talentos va a venir por estas industrias o ve otras con proyección?
S.K.: Por exportación de servicios, la gran ventaja es que está diversificado en el mundo lo que exportás. El día de mañana, Europa o EE.UU. pueden estar un poco mejor y vos sos un polo de exportación y tenés los lazos tendidos con EE.UU. y Europa. Tecnología informática, procesos de recursos humanos, de reclutamiento de gente viene fuerte.
P.: Me imagino que como presidente de una compañía le consultarán desde la casa matriz cómo ve la economía local y cuáles son las perspectivas. ¿Cómo lo ven ellos desde allá?
S.K.: Una corporación global no mira la coyuntura. El tema es mirar la tendencia. A nosotros en los últimos años nos fue bien y el pool de talentos que tenés es un activo enorme. Como decía, la semana pasada vino mi jefe y después de mirar a la gente, me dijo: “¿Qué más hacemos para seguir creciendo?”. No se toman decisiones mirando el diario de cada día. No tomás decisiones en la coyuntura y creo que es bueno. Si no, al empleado le generás una incertidumbre enorme.
/fuente: ámbito.com.a