08-SEP-2014 Para este año, serán necesarios no menos de 160.000 millones de pesos para cubrir el agujero de la recaudación. En el BCRA estarían estudiando mecanismos para no violentar la Carta Orgánica.
Al Tesoro Nacional no le cierran las cuentas y requiere cada vez más de la asistencia del Banco Central. El déficit fiscal proyectado para este año es de más de $200.000 millones y este “agujero” será cubierto utilizando a pleno la “maquinita” del BCRA.
Según Carlos Pérez, ex director del BCRA, “la expansión monetaria para asistir al sector público nacional crece de modo brusco. Fue de casi $50.000 millones en 2012, arañó los $100.000 millones el año pasado, acumula más de $120.000 millones en los últimos doce meses y se proyecta a $160.000 millones en todo el 2014”.
De los $160.000 millones proyectados para este año, la mitad provendrá de préstamos del BCRA y la otra mitad, de la utilidad contable también del BCRA. El problema, dice Pérez, “es que esa ganancia, sólo contable, proviene de las Letras Intransferibles que el sector público nacional le dio al Banco Central y que seguramente será un ‘pagadiós’. Por lo tanto, toda la emisión monetaria será espuria e inflacionaria, y representa más del 40% de la base monetaria existente al 31 de diciembre de 2013”.
Pérez agrega que “tanto el uso y abuso de las reservas internacionales como de la emisión de pesos deterioraron groseramente el Balance del BCRA, provocando un creciente riesgo cambiario y aceleración de la inflación, aún con recesión económica.
Cuatro números grafican el deterioro de los últimos cinco años. En diciembre de 2009 el tipo de cambio oficial era $3,80 por cada dólar, en tanto que el tipo de cambio de paridad teórica (el cociente entre los pasivos monetarios del BCRA y las reservas internacionales) era de $4,05 por cada billete estadounidense. En la actualidad, mientras el dólar oficial tiene un valor en torno a los $8,40, la paridad teórica asciende a $22,30”.
La conclusión de Pérez es que “el tan promocionado desendeudamiento y la “mágica” política fiscal expansiva tienen, lamentablemente, costos. Y estos son una mayor devaluación del peso, con aceleración simultánea de la inflación y de la recesión económica”.
Magia financiera Pedro Rabasa, director de Empiria Consultores, también sostiene que “las cuentas fiscales ya venían desmejorando a un ritmo acelerado desde el 2010 y el default implica que no tiene disponibles fuentes de financiamiento alternativas a la emisión monetaria del Banco Central. Definitivamente no hay demanda real para los pesos que emite el Banco Central, en un contexto de alta inflación, percepción de atraso cambiario y tasas de interés muy por debajo del ritmo de suba de los precios y de las expectativas devaluatorias”.
Rabassa calcula que “conforme a la actual tendencia en las cuentas públicas, el Tesoro requerirá cerca de $115.000 millones en lo que queda del año, que se agregan a los $55.000 millones que ya le había girado el Banco Central al 22 de agosto, último dato disponible”. Advierte que “semejante cantidad de pesos superará los límites legales actualmente vigentes. El Banco Central puede girar pesos al Tesoro únicamente por sus utilidades y a través de los denominados Adelantos Transitorios, pero entre ambos sólo podría girarle en este año cerca de $140.000 millones”.
Rabassa dice que “no se espera que la diferencia entre lo que el Tesoro requiere y lo que puede girarle el BCRA bajo el actual marco legal genere demasiados problemas. El Gobierno podría pedirle un préstamo al Banco Nación, o al Banco Central un adelanto de las ficticias utilidades del 2014. Inclusive ha circulado la versión de que estaría bajo análisis la posibilidad de “consolidar” en un bono el ingente monto (cerca de $220.000 millones) de Adelantos Transitorios que el Tesoro adeuda al Central, “liberando” de esa manera la capacidad del Tesoro de requerir más pesos con ese instrumento. Más allá de la dudosa legalidad de semejante invento, los límites a continuar con esta política los impone la realidad: pesos que no se demandan son inflación y presiones sobre el menguado stock de reservas”.
Fuente: Clarin