21 ABR 2015 El Poder Ejecutivo sostiene que resulta difícil bajar la carga impositiva, aunque también considera que no puede incrementarla, debido al freno de la actividad. El ministro de Economía admite que es difícil la lucha contra las actividades que evaden, pero sostiene que la tecnología puede contribuir a detectar sectores que mantienen su actividad en negro.
El Gobierno afirma que no puede bajar los tributos. Tampoco subirlos, aunque en los últimos años, el revalúo inmobiliario y la fiscalización a las distintas actividades económicas han contribuido a sostener al alza la recaudación de impuestos provinciales. En la última década, los ingresos fiscales se han multiplicado por 13. Pasaron de los $ 511 millones (que hoy representan el valor de una recaudación mensual) en 2005 a poco más de $ 6.700 millones, según las proyecciones oficiales para este 2015.
Con el freno de la economía, al Poder Ejecutivo le queda poco margen para incrementar la presión fiscal. “Bajar impuestos implicaría dejar de cubrir ciertos servicios, porque el Estado necesita el financiamiento”, dice a LA GACETA el ministro de Economía, Jorge Jiménez. El funcionario, no obstante, reconoce que el Poder Ejecutivo brindará ciertos incentivos fiscales, como la prórroga -por un año más- de la alícuota cero para algunas producciones como el citrus y los berries, además de analizar la posibilidad de brindar una alícuota diferencial para la caña de azúcar.
¿Cuál es la clave para incrementar los ingresos sin subir la carga fiscal en la provincia? El ministro de Economía entiende que el camino en ese sentido es continuar la lucha contra la informalidad. En Tucumán, el 40% de la actividad económica que se desarrolla está en negro. “Es un problema cultural que cuesta erradicar, aunque el Estado debe hacerle frente. En este aspecto, la tecnología puede ayudar a la formalización de algunas actividades que -en la actualidad- no tributan o directamente evaden”, puntualiza. Jiménez realizó un cálculo acerca de cuánto pierde el fisco por la informalidad.
•Tomando como referencia el impuesto sobre los Ingresos Brutos, el movimiento económico mensual en Tucumán llega a los $ 30.800 millones.
•Actualmente, por Ingresos Brutos se tributa un 60% del total, es decir, cerca de $ 18.500 millones, que deja una recaudación mensual por ese impuesto del orden de los $ 460 millones.
•La informalidad representa un total de $ 12.320 millones mensuales. Por la economía en negro, se deja de tributar $ 308 millones, es decir, unos $ 3.700 millones al año. Si eso se regularizara, Tucumán tendría una recaudación cercana a los $ 10.000 millones al año, con lo que podría financiarse un tercio del presupuesto de la provincia.
Una parte de la economía está lo suficientemente blanqueada. De hecho, según el ministro de Economía, el 50% de la recaudación ingresa vía bancos, a través de retenciones y de percepciones a través de las cuentas de los contribuyentes. “Aunque algunos pagan la percepción, pero no se inscriben y a esa franja hay que seguirla”, advierte.
Las retenciones
Según el coordinador de la subcomisión de impuestos del Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Tucumán, Agustín Zeppa, hay una parte de la recaudación que se origina en forma indirecta, a través de las retenciones y de las percepciones que se aplican. Pero, a su criterio, eso es un arma de doble filo. “Por un lado, el Estado se financia con ese esquema, pero por el otro se endeuda, porque los saldos a favor de los contribuyentes van creciendo y demoran en devolverse”, señala. En este sentido, Zeppa recordó que el propio Gobierno reconoció en una oportunidad que el total de la deuda con los contribuyentes por retenciones efectuadas equivalía a dos veces y media de recaudación.
Por caso, “si un comerciante vende con tarjetas, cuando le pagan le retienen el impuesto y cuando la emisora acredita el monto, el banco vuelve a percibir el tributo”, acota. “El Gobierno debe reconocer que no puede bajar los impuestos porque no le cierra las cuentas públicas, ya que el gasto sigue creciendo”, argumenta Zeppa. Según el especialista, el Ejecutivo sigue “cazando dentro del zoológico” (jerga tributarista que implica cobrarle siempre a los mismos contribuyentes, antes que generar políticas que alienten a los inversores a volcar su capital y generar puestos laborales genuinos.
En suma, Ingresos Brutos seguirá siendo la gallina de los huevos de oro para el fisco, que no reducirá la carga fiscal en ese sentido. El impuesto sobre la actividad económica genera $ 77 por cada $ 100 que la Dirección General de Rentas recolecta, mientras la informalidad sigue evadiendo.
Fuente: La Gaceta