10 MAR 2015.- Con una inflación que superó holgadamente el año pasado los aumentos salariales, para este 2015 los gremios avisaron temprano que irían por la recuperación del poder adquisitivo perdido. Aunque los reclamos se moderaron en relación con declaraciones muy acaloradas que hubo en el verano, y sigue sin haber un número “testigo” para los aumentos, un piso del 30% aparece en buena parte de los acuerdos ya cerrados y en las intenciones de los sindicalistas que ya negocian o deben empezar a hacerlo.
Siendo un año electoral, varios gobernadores se apuraron a clausurar frentes posibles de conflicto. Así, varias provincias cerraron acuerdos con su sector público de aumentos que superaron ese 30%. Los docentes de Capital también estuvieron por arriba (34%), lo mismo que los de la provincia de Buenos Aires (casi 40%), aunque en este distrito persisten las medidas de fuerza por el rechazo de dos gremios –FEB y UDOCBA- a la oferta del gobierno de Daniel Scioli.
Si bien docentes y provincias no suelen ser parámetro, los aumentos que se van cerrando marcan el clima de las paritarias 2015, que vienen muy condicionadas por la falta de definición del Impuesto a las Ganancias. En medio de una gran dispersión de porcentajes, la atención se centró en la paritaria nacional de los docentes que se acordó en el Ministerio de Educación a fines del mes pasado, de un 27,2% de aumento en dos tramos.
La mesa chica de la CGT oficialista que conduce el metalúrgico Antonio Caló se reunió la semana pasada y se hizo eco de ese porcentaje. “Se habló de un piso un punto por arriba de la paritaria docente, para ir de un 28% a un 32%”, contaron en uno de los gremios grandes, aliado del Gobierno.Saliendo al cruce de esas conclusiones, Omar Maturano, secretario general de La Fraternidad, expresó a Clarín que “ninguna CGT o central obrera tiene autoridad para imponerse. Nosotros vamos a pedir lo que consideramos necesario. Hoy es un piso de 38% para sentarnos a discutir”. Maturano es uno de los impulsores del paro nacional de transporte anunciado para el martes 31 de marzo.
Como es de esperar en los gremios que integran la CGT opositora liderada por Hugo Moyano esperan superar por varios puntos el 30%. En lo que parece haber coincidencia entre todos es en revisar las demandas a la alta si no hay modificación de Ganancias, reclamo que unifica a todas las tendencias del sindicalismo.
En la Unión Industrial Argentina dijeron que aún no abordaron la discusión. “La UIA no habló aún con nadie, hay silencio de radio. Estuvimos en otros temas que preocupan, como los acuerdos con China, pero cuando las paritarias se desatan todo el mundo corre”, expresó a Clarín Héctor Méndez, titular de la entidad industrial.
Después del ajuste y la devaluación que hizo el Gobierno en enero de 2014 la inflación del año fue muy alta y terminó superando la mayor parte de los aumentos logrados. Por la recesión y la caída de la actividad económica desde setiembre pasado la suba de precios minoristas se ha estabilizado. Desde el Gobierno, en la búsqueda de moderación se buscaría amplificar frente a las negociaciones de 2015 que los pronósticos inflacionarios se están revisando a la baja -con una proyección de 25 a 28% según consultoras privadas-. “Pero nosotros debemos mirar la inflación que fue, para recuperar salario perdido”, dicen en otro gremio grande, donde no sueltan prenda del porcentaje que pedirán pero recuerdan, sugestivamente, que el estudio de Miguel Bein calculó 32% de inflación en 2014.
A la espera de que aclare el panorama, gremios como La Bancaria o la UTA acordaron en enero sumas puente a cuenta del acuerdo definitivo (Roberto Fernández, titular de la UTA, le puso pimienta al verano diciendo que pediría 50%). Este mes, bancarios y colectiveros deben cerrar su acuerdo. Otra paritaria que vence el 31 de marzo es la de los aceiteros, un sector muy dinámico de la economía. La Federación Aceitera negoció el año pasado casi 39% de aumento más una suma no remunerativa en diciembre de casi 12 mil pesos./ clarín.com.ar