a disputa encendida comenzó ayer entre las empresas de la industria alimenticia y el Gobierno. La Copal, que reúne a los principales fabricantes de alimentos del país, rechazó en muy duros términos el proyecto de ley que presentó el diputado del Frente para la Victoria (FPV) Mauricio Gómez Bull, presidente de la comisión de Deporte y un hombre cercano a Máximo Kirchner. La iniciativa contempla la reforma de la ley del deporte para crear un nuevo impuesto que impactará en el precio de las bebidas con y sin alcohol y en los cigarrillos. De esa manera, sostiene el proyecto, se financiará un Ente Nacional de Desarrollo Deportivo (Enaded), que a su vez atenderá la creación de una Asignación Universal del Deporte.
“Este impuestazo podría significar el golpe de gracia para las economías regionales, para su nivel de empleo, y para los precios que enfrentan los consumidores. Como es de público conocimiento, las economías regionales atraviesan una situación crítica con 18 meses consecutivos de caída de sus exportaciones, estrepitosa baja en su nivel de actividad, disminución del valor agregado y con graves dificultades para mantener su actual nivel de empleo”, criticó Copal en un comunicado. Su presidente, Daniel Funes de Rioja, dijo a LA NACION: “Estamos muy sorprendidos de que se siga con esta iniciativa cuando desde Copal venimos alertando en general sobre la presión fiscal acumulada sobre las economías regionales, cuyas condiciones de competitividad están totalmente descolocadas. Más allá de la finalidad y los propósitos, que no voy a empezar a discutir, crear un impuesto que va a afectar a la producción, al consumo y va a impactar a toda la cadena de producción no parece adecuado. Va a ser tremendamente negativo. No sólo no se toman medidas que estamos pidiendo, sino que además se agrava”, reprochó.
También recordó que la carga impositiva de las bebidas es cercana al 50% del precio final del producto.
Según la Copal, el conjunto de bebidas con alcohol y sin alcohol ya está alcanzado por la ley de impuestos internos. Se estima que el año pasado los sectores afectados por el proyecto de ley aportaron al fisco cerca de $ 3000 millones. En tanto, la nueva norma implicaría, según las primeras estimaciones, un aporte adicional de aproximadamente $ 2500 millones por año.
El proyecto de Gómez Bull contempla la creación de un gravamen de 45 centavos sobre el precio de venta al público de todo tipo de bebidas, desde las gaseosas y el agua hasta los energizantes, pasando por el vino, la cerveza y el resto de las bebidas alcohólicas. El gravamen alcanzaría a todas las presentaciones, es decir que pagaría lo mismo una botella de 2,25 litros que una lata de 354 centímetros cúbicos.
La otra fuente de financiamiento sería la industria tabacalera. En este caso, el proyecto oficial no establece una suma fija por atado sino un nuevo impuesto del 1,5%, lo que llevaría la presión impositiva que pesa sobre el cigarrillo por encima del 70 por ciento.
La organización también criticó que el proyecto no contempla que sus empresas socias llevan adelante “más de 140 programas de Responsabilidad Social Empresaria con un alcance que supera los 7 millones de beneficiarios”. El comunicado cierra con un pedido a los legisladores. Les solicita que tengan en cuenta las objeciones de la industria. La Copal, además, les reclamó a los gobernadores la colaboración para “preservar el empleo y el valor agregado local en todas las provincias que se verían afectadas por el proyecto”.
/fuente: lanacion.com.ar