17 NOV 2014 El Gobierno estudia más medidas para estimular el crédito y el consumo. El Banco Central empezó a evaluar el impacto de una reducción de los encajes. Quiere liberar pesos inmovilizados, para ampliar la capacidad prestable de los bancos. Pero no es la única alternativa que tiene en el menú.
El encaje o efectivo mínimo es el dinero que las entidades financieras deben mantener sin utilizar –en caja o depositado en el Central– para atender los derechos de los depositantes. Es un porcentaje sobre el total de depósitos, que en el sistema financiero argentino se ubica, en promedio, alrededor del 16%.
El Gobierno tiene en estudio dos alternativas. La primera, es un cambio total en la forma en la que las entidades financieras computan ese encaje. El BCRA evalúa permitir a las entidades computar como efectivo mínimo sus tenencias de Letras y Notas del Banco Central. De esa forma, los bancos podrían ‘liberar’ una parte o todas las tenencias de dinero en efectivo que se computan como “efectivo mínimo”. Según números del BCRA, hoy los encajes se acercan a los $ 106.000 millones de una base monetaria que en la primera semana de noviembre totalizaba $ 417.900 millones.
Así, un recorte total o parcial en la cantidad de dinero mínima que hay que dejar inmovilizada aumentaría los pesos disponibles para derivar al crédito y, se ilusionan en el BCRA, podría deparar también una reducción de las tasas.
Si el banco queda con pesos sueltos no remunerados, como sí lo están los encajes, las entidades tendrán que salir a prestar para no perder rentabilidad.
De todos modos, según admitió una fuente del organismo, no se trabaja con la idea de instrumentar un cambio de esta naturaleza en el corto plazo, ya que hay otras alternativas en estudio. “El objetivo final es fomentar el crédito y apuntalar la economía real”, remarcó.
La segunda opción, más gradualista, implica que solo se pueda aplicar como encaje una porción reducida de las letras del Central. Hoy el stock total de esos títulos es de $ 210.000 millones. De esa cifra, cerca de $ 170.000 millones están en manos de los bancos.
Si bien entre los banqueros consultados la idea no resultó sorpresiva, sí en cambio advirtieron que no sería deseable rebajar más los encajes o cambiar su composición. “Si un banco trabaja con depósitos y préstamos y existe una cantidad mínima de dinero que hace las veces de respaldo técnico, entonces ¿por qué vamos a permitir que en lugar de dinero haya que poner bonos del Banco Central?”, señaló un alto ejecutivo de una entidad de capitales nacionales.
Para otro ejecutivo, resulta dudosa la hipótesis del Central, ya que el crédito al sector privado todavía tiene margen para crecer en las condiciones actuales. “Tanto préstamos y depósitos están lejos de atentar contra la liquidez del sistema, porque en términos interanuales todavía muestran un crecimiento desparejo de 21,8% los préstamos y 26,8% los depósitos, ambos por debajo de la inflación”.
El economista jefe de uno de los estudios más importantes también se mostró preocupado. “Podría tener un impacto negativo en la inflación, ya que en definitiva se liberarían pesos, de los cuales una parte podría ir al consumo pero otra parte generaría nuevos flujos en el mercado informal del dólar”, sostuvo.
Al respecto, también se planteó la posibilidad de que, entre las intenciones del BCRA, una de ellas tuviera que ver con evitar el efecto “crowding out” o lo que se denomina el desplazamiento del sector privado por parte del Estado.
“El Gobierno viene colocando bonos. El último fue el jueves, con $ 5.500 millones, pero se nota que si Kicillof quiere seguir financiándose en el mercado doméstico, va a tener que pensar cómo incentivar esas colocaciones, sobre todo con una tasa que si bien está atada a la devaluación, resulta baja en comparación con otros bonos atados al dólar que emiten provincias como Mendoza o incluso la Ciudad de Buenos Aires”, señaló el jefe de una mesa de dinero de un banco mediano.
En la City arriesgan que con esta medida, el BCRA podría ayudar al Gobierno a palear el momento de asfixia financiera. “No son dólares, son pesos, pero para algo les van a servir, por lo menos no van a tener que emitir tanto en los próximos meses pero la economía no va a levantar así nomás”, señaló un economista que pidió anonimato porque manifestó querer estudiar la medida una vez que sea oficializada por el BCRA.
/fuente: cronista.com.ar