El Colegio de Graduados en Ciencias Económicas desde siempre ha sostenido que las políticas fiscales y tributarias deben estar orientadas a promover el desarrollo armónico y sostenido de las distintas regiones del país.
En ese sentido hemos manifestado más de una vez de que sería deseable la implementación de alícuotas más bajas en el impuesto a las ganancias para las empresas que se instalen en las regiones menos desarrolladas del país, como una manera de utilizar herramientas de política fiscal para promover la radicación de empresas en el interior, que generando trabajo genuino, eviten el éxodo poblacional hacia los grandes centros urbanos.
Sin embargo vemos con gran preocupación que la reciente reforma impositiva al modificar el Decreto 814/ 2001 ha implicado en grave retroceso respecto tanto al tratamiento de la Pymes como al tratamiento diferencial de las regiones menos desarrolladas del país. En efecto, la nueva ley, aumenta el porcentaje de contribuciones patronales a las empresas PyMES del 17 al 19,5% a la vez les baja a las empresas que no son Pymes del 21 al 19,5%. A su vez, elimina la posibilidad del cómputo como crédito fiscal en el Impuesto al Valor Agregado de un porcentaje sobre las remuneraciones pagadas, siendo este mayor cuando menor era el grado de desarrollo de la provincia.
Si bien las modificaciones se aplican en forma gradual y se implementa un mínimo no imponible por empleado, en definitiva, perjudica a las regiones del interior del país y a las PyMES al igualar el tratamiento tributario a las empresas pequeñas con las que no lo son. Vale recordar la frase atribuida a Aristóteles: La peor forma de desigualdad es tratar de hacer que las cosas desiguales sean iguales.