05 NOV 2014 La mayoría de los participantes del mercado consideran la inflación para decidir cuestiones cotidianas tales como fijar el destino de su salario,un margen bruto sobre mercadería, gestionar un préstamo para su vivienda o planificar sus vacaciones.
A pesar de la inestabilidad de precios,las empresas no pueden revelar las consecuencias económicas de ese fenómeno por la prohibición de admitir los estados contables ajustados por inflación impuesta por el PEN a sus organismos reguladores, a través del Decreto 664/03. Por ello, los casi 2.000 graduados que participaron del 20 Congreso Nacional FACPCE solicitan la derogación del mencionado decreto para que las entidades radicadas en Argentinas pueden emitir Estados Contables ajustados por inflación, no distorsionados y con efectos no deseados como ser: a) resultados nominales que no son reales (normalmente mayores), b) distribución de utilidades nominales que en el fondo constituyen distribución de capital.
Además, produce una distorsión desde el punto de vista impositivo, pues las empresas que tienen más activos monetarios que pasivos monetarios pagan más impuestos que el que realmente les corresponde. Pero las que tienen mas pasivos monetarios que activos monetarios, pagan menos impuesto, provocando una inequidad tributaria.
Todos estos mecanismos provocan mayor distorsión de precios porque al no medir adecuadamente los resultados de la operación, los empresarios se “cubren” frente a la falta de información y fijan precios superiores a los que se generarían de un estudio de costos ajustados, en la medida que los índices de precios oficiales no estén “adulterados”.
Por todos los motivos expuestos, la profesión contable argentina exige la derogación del Dec. 664/03 del PEN y que las empresas puedan presentar sus Estados Contables en moneda homogénea, informando la real situación económica y financiera.
/fuente: cgcte (La Gaceta – 04 /NOV /2014)