31 OCT 2014 Hoy es otro día clave para el Gobierno: la licitación de frecuencias para el servicio de comunicaciones 4G será un paso fundamental no sólo para moldear el mapa de las telecomunicaciones de los próximos años, sino que también podrá tener efectos en la política económica en lo inmediato.
Eso es, al menos, lo que espera el Gobierno, dado que aspira a obtener, por la venta de este espectro radioeléctrico, un ingreso de u$s2.000 millones.
La cifra surge del precio de u$s500 millonesque se espera acepten pagar, para avanzar en el proceso, cada uno de los cuatro grupos -Movistar, Claro, Personal y Arlink- que se han manifestado interesados en dar este servicio.
El Gobierno inicialmente puso comocondición que el pago fuera hecho enbilletes verdes y no en pesos, justo en un contexto de crisis por escasez de dividas.
Este punto fue objeto de tironeos en las últimas semanas, entre los funcionarios y lasprincipales telcos aspirantes a avanzar en el proceso.
Se llegó a manejar la posibilidad de que la operación se realizara con un bono en dólares a pagar en 2015.
Lo cierto es que la subasta de hoy hace que este viernes sea una fecha clave para un Gobierno que está buscando afanosamente la manera de recomponer la alicaída situación en que se encuentra la caja del Banco Central.
Este jueves hubo un alivio cuando, contra los pronósticos de los economistas, se pudo activar el swap con China y, de esa forma, adicionar u$s814 millones a las reservas del BCRA.
Antes, se había llegado a un acuerdo con las principales empresas cerealeras, para que éstas consiguieran adelantar los créditos de financiación de exportaciones.
Esta jugada, según espera el Gobierno, permitirá el ingreso de u$s5.700 millones antes de fin de año -es decir, una suma que supera en u$s1.500 millones el nivel que estaba originalmente previsto-.
La licitación de hoy sería el tercer paso en la estrategia del ministro de economía, Axel Kicillof y el titular del Central, Alejandro Vanoli, para revertir la preocupante caída que vienen registrando las arcas del Central, ya convertidas en un verdadero termómetro del riesgo país.
La “llamativa” victoria de Telefónica
El hecho de que, a escasos dos días de la fecha de licitación del 4G, el Gobierno hayaanunciado el nuevo proyecto de ley para declarar como “servicio público” al acceso a la tecnología- que además habilita a las telefónicas a dar televisión-, dio lugar a un cúmulo de versiones en el ámbito político.
Como, por ejemplo, que el nuevo proyecto ha sido el precio que el Gobierno ha tenido que pagar para evitar la situación incómoda de no recibir propuestas para la licitación de 4G, por la negativa de las empresas a traer dólares.
El principal hecho que llamó la atención tras la presentación de la iniciativa oficial es que el texto deja “ganadores y perdedores”.
Los expertos apuntaron, como primera lectura, que hay un nuevo hostigamiento hacia elgrupo Clarín, dado que queda planteada la posibilidad de que la red montada porCablevisión y Fibertel también sea usada por sus empresas competidoras.
El hecho de que el acceso a los avances tecnológicos sea asimilado al concepto de “servicio público” da pie para que, desde la autoridad regulatoria, se argumente que las redes existentes no puedan considerarse de uso exclusivo de las empresas que invirtieron paracrearlas sino que deben estar abiertas al resto.
De hecho, el ministro de Economía, Axel Kicillof, destacó que el ánimo que persigue el nuevo proyecto es la eliminación de los oligopolios que actualmente se verifican en telefonía, TV e Internet.
“Cuando uno ve todos esos mercados, lo que encuentra es que para telefonía móvil hay tres compañías; para telefonía fija hay tres compañías; para banda ancha, hay tres compañías y, para cable, dos compañías (…) esta ley buscará desarticular esos oligopolios”.
En este contexto hay un claro ganador: el grupo Telefónica, que con el nuevo marco legal podría sortear el obstáculo para quedarse con Telefe y salir a ofrecer televisión.
“Queda claro que las telefónicas ahora podrán desembarcar en el mercado de la TV, pero nada se dice de la imposición de licencias como sí pesa sobre Cablevisión. Sin dudas, la iniciativa es un daño colateral para el Grupo Clarín”, aseguró el consultor Enrique Carrier.
El experto marcó así las diferencias entre la libertad de la que gozarán las telcos respecto de, por ejemplo, Fibertel, para la que “rigen trabas que no le permiten que pueda operar de modo ilimitado en toda la Argentina”.
“Se trata de un aval contundente para la imposición del Triple Play, algo largamente reclamado por las operadoras de telefonía”, agregó.
También Gerardo Milman, uno de los directores por la oposición de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), argumenta que Telefónica aparece como la gran beneficiada por el Gobierno.
Lo cierto es que, ante esta situación, las versiones que están circulando apuntan a que el proyecto oficial es fruto de una negociación entre el Ejecutivo y la compañía.
La llegada de los ansiados dólares, en este momento de “sequía” financiera y tensión cambiaria, quedaría facilitada por el nuevo marco regulatorio que le permitiría al grupo español el acceso al largamente reclamado “triple play”.
Cronograma hacia el 4G
La Argentina era hasta ahora el único país de América del Sur sin poner en marcha latelefonía 4G-LTE, una tecnología que permite conexiones móviles de muy alta velocidad.
En un comunicado, el secretario de comunicaciones, Norberto Berner, prometió que el 4G “va a revolucionar el mercado, la industria y las formas de comunicarse de todos los habitantes del país”.
Quienes se postulen deberán contar con una experiencia de 10 años ofreciendo servicios de telecomunicaciones y el patrimonio neto del inversor no deberá ser menor de 1.500 millones de pesos”.
El pliego prevé concesiones de 15 años, que el 30% de los bienes, servicios y obras necesarios para el despliegue de las redes sea de origen nacional, y exige a los oferentes una garantía única equivalente a u$s20 millones.
También prevé que todo el proceso de venta de pliegos, apertura de antecedentes, precalificación, notificación, subasta y adjudicación no dure más de 95 días.
Tras la presentación de la oferta económica, está previsto que, luego de un lapso de 10 días, se adjudiquen las licencias de explotación de las frecuencias.
Una vez definido este último punto, “las empresas depositarán (el canon correspondiente) y empezarán a desplegar” la infraestructura necesaria para dar servicios de comunicaciones de cuarta generación.
En el mismo proceso licitatorio se asignarán bloques de frecuencias de 3G, a las que sólo pueden aspirar tres de las cuatro empresas, ya que Movistar tiene el cupo máximo (de frecuencias) para ese servicio.
El cronograma previsto por la Secretaría de Comunicaciones, que está en la órbita del Ministerio de Planificación Federal, otorga hasta 18 meses para que los operadores incumbentes (Personal, Movistar y Claro) y 24 meses para que Airlink -del Grupo Vila-Manzano- presten el servicio en las capitales provinciales, el AMBA, Mar del Plata, Bahía Blanca, Rosario y 13 corredores.
En una segunda etapa (hasta 27 meses desde la asignación) se realizará el despliegue para las localidades de todo el país con más de 50.000 habitantes y 11 corredores, por un total de 4.607 kilómetros.
La tercera etapa incluye las localidades con más de 10.000 habitantes y 10 corredores. La cuarta, a las de más de 3.000 habitantes y 12 corredores.
La quinta y última etapa (60 meses tras la asignación de frecuencias) a las localidades con más de 500 habitantes y otros 9 corredores.
Según publicó la Secretaría de Comunicaciones con anterioridad, en un plazo máximo de cinco años, el 98% de la población de la Argentina tendrá acceso al servicio de 4G.
Lo cierto es que la puesta en marcha del 4G dará lugar a un nuevo mapa en las comunicaciones, al tiempo que contribuirá a que el Banco Central se haga de un buen caudal de dólares que tanto necesita para mejorar su nivel de reservas. El Gobierno se verá beneficiado y las telefónicas también.
/fuente: iprofesional.com