10 MAR 2015.- El número oficial de pobreza dejó de existir en 2013 para el Gobierno. Sin embargo, según cálculos elaborados por privados, una familia tipo debió tener ingresos por $ 5857 para no ser pobre durante el mes pasado. Así lo estimó la Canasta Básica Total (CBT) de la Ciudad de Buenos Aires de FIEL, que además reflejó un incremento de 30,2% en comparación con el mismo mes del año pasado.
Sin embargo, otros datos alternativos sitúan esa misma medida en escalones más elevados. De acuerdo con el Observatorio de Datos Económicos y Sociales de la CGT Azopardo, la CBT de una familia compuesta por dos adultos mayores y dos hijos menores llegó ese mes a 8439 pesos.
A fines de 2013, el cuestionado Indec dejó de publicar los datos sobre la pobreza en el país y las canastas mensuales que sirven para determinarla. Según el ex jefe de Gabinete Jorge Milton Capitanich, la decisión de no brindar más esos datos se debió a “problemas de empalme” entre diferentes series. Trabajadores de ATE-Indec y economistas privados desestimaron tal justificación.
Por otro lado, la Canasta Básica Total (CBA) -que fija el límite de la indigencia- fue, según los datos de FIEL, de $ 3227. En tanto, ese mismo dato para la CGT que dirige el camionero Hugo Moyano alcanzó los $ 3685. En los últimos doce meses, según las estimaciones de FIEL, la CBA aumentó un 26,7 por ciento.
De acuerdo con los datos del centro de estudios sindical, la inflación de febrero fue de 1,9 por ciento. No obstante, otros analistas la sitúan por debajo de ese número. Por caso, según la consultora Labour, Capital & Growth (LCG), fue de 1,1 por ciento.
Los datos de LCG coinciden con la mirada del propio Gobierno: que existe una desaceleración de la inflación y que esa ralentización alcanza 0,7 puntos porcentuales respecto del promedio que marcó el período octubre de 2014 a enero de este año.
“Todos los rubros del índice reflejaron una desaceleración respecto de la suba promedio registrada desde octubre. Pero la más significativa fue la de alimentos y bebidas, que, con un aumento de apenas 0,9% mensual -el aumento más bajo desde mayo de 2013-, redujo a la mitad su contribución a la inflación mensual”, indicaron los técnicos de LCG en un informe difundido ayer.
“El Gobierno parece haber vuelto a enamorarse del atraso cambiario como herramienta para disciplinar la dinámica de los precios, como ocurrió entre 2010 y 2012”, concluyeron los expertos privados. Fuente: Lanacion.com.ar