05 MAR 2015 – Con el Impuesto a las Ganancias a la cabeza de la lista, ya son muchos los tributos en la Argentina que se rigen por parámetros que quedaron totalmente desactualizados por el crecimiento continuo y sostenido de la inflación de los últimos años.
Previo al discurso presidencial se especuló que se produjera algún golpe de efecto, como podría ser una actualización del mínimo no imponible de Ganancias. Una medida de esa magnitud simplificaría el curso de las paritarias.Por un lado resultaría más sencillo cerrar acuerdos salariales por un año.La otra razón que se analiza es que, actualizando el mínimo no imponible, además de incentivar el consumo, se desactivaría el único reclamo concreto que tiene en este tiempo la dirigencia sindical.
El problema se agudiza si se tiene en cuenta que hoy por hoy sigue prohibido por ley la implementación del ajuste por inflación.
La falta de actualización del mínimo a partir del cual las personas abonan el Impuesto a los Bienes Personales hizo que cada vez más personas deban afrontar el peso del impuesto siendo dueños de -apenas-un monoambiente.
Una situación parecida se da con Ganancia Mínima Presunta,El gravamen se basa en una presunción de las rentas que obtendrían las empresas de acuerdo a los bienes que posea tanto en el país como en el extranjero.
En este sentido, destacaron que el “límite proviene de la redacción original de la norma que regula el gravamen, que data de 1998” y que fue fijado en $ 200.000