03 JUL 2015 – La espera rendirá sus frutos. La paciencia que tuvieron que mostrar los ejecutivos de las automotrices y los dueños de las concesionarias se verá recompensada hoy.
Si no vuelven a fallar las previsiones, y el Secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, hace un hueco en su agenda de campaña y autoriza su publicación, hoy se conocerá la resolución que determina la nueva escala del Impuesto Interno y, aunque las automotrices no se encontrarán con una gran aumento en el porcentaje sobre el precio, sí se sorprenderán porque el Gobierno finalmente decidió modificar la alícuota.
A pesar de que el decreto estaba en poder de la Secretaría de Legal y Técnica y que muy pocos sabían sus detalles, El Cronista pudo conocer su parte más sustancial, donde se especifica que para el primer tramo del tributo, el que abarcaba a las unidades con precio de venta a los concesionarios con un valor de $ 195.500, se le aplicara una suba de 15%, por lo que ahora lo comenzarán a pagar las unidades con un valor desde $ 224.250 al concesionario.
Aunque la suba no es tan importante, el dato que generará alegría en las fábricas es que, tal y como lo había adelantado ayer El Cronista, el Gobierno modificará la base imponible, que hasta ayer era de 30%, pasará a ser de 10 por ciento.
Así, que el tributo lo pagarán todos los modelos que coticen por arriba de los $ 280.000 precio al público.
Para el segundo segmento del tributo que hasta el 30 de junio tenía una base imponible de 50% que se traducía con un aumento del 100% en el precio de venta y que hasta ayer era de $ 241.500 ($ 442.000 más impuestos y comisiones), el incremento también es del 15%, pero acá se baja de 50% a 30% la alícuota, que en la práctica significa un impuesto del 43% sobre el valor.
En este caso, el valor de venta al público a partir del cual se comenzará a pagar es de casi 400.000 pesos.
Con esta medida, el Gobierno se aseguraría que ningún automóvil de producción nacional quede fuera del mercado consecuencia del impuesto interno, como sucedió hasta ahora con el Ford Focus, el Citroën C4 Lounge y el Renault Fluence.
“Con esta modificación, lo que se logra también es que las marcas no tengan que ponerle un tope de precio a los autos nacionales para que no caigan dentro del impuesto y se queden sin mercado. Ahora tienen aire hasta fin de año”, explicó una fuente de la Casa Rosada.
Un caso especial es el de la camioneta Toyota SW4, pero la empresa logró exportar las 5.000 unidades que produce por lo que no genera tanto ruido en el Ministerio de Economía. Asimismo, esta menor presión impositiva generará que los modelos a las ventas se vuelvan más ‘atractivos y competitivos‘ desde el punto de vista de los precios para lo que resta del año.
La medida también calmará los ánimos de los empresarios del sector que ya sumaban días sin noticias y que tuvieron que paralizar la facturación durante tres días por la ausencia de precios. Este freno le costó al sector pérdidas por alrededor de 7.000 unidades, según el promedio de ventas diarias de la Asociación de Concesionarios.
/fuente: cronista.com.ar