16 DIC 2014 Por estas horas, la industria automotriz está viviendo un escenario dominado por la “ciclotimia“: por un lado, el Gobierno anunció que les aplicará una millonaria multa por supuestas prácticas anticompetitivas.
Como contrapartida, en las próximas horas, el Ejecutivo anunciará importantes cambios en el “impuestazo”, uno de los principales reclamos que venían haciendo las terminales, debido al fuerte impacto que había ocasionado en los niveles de patentamientos.
Respecto a este último punto, la administración kirchnerista decidió subir el piso en un 25% a partir del cual los vehículos comercializados en el mercado interno son alcanzados por este tributo con su consecuente encarecimiento en sus valores de mercado.
Así las cosas, mientras que hasta ahora venían siendo castigados con la alícuota del 30%todos aquellos que salen de fábrica por encima de los $170.000, con la modificación que anunciará el Gobierno dicho tributo comenzará a correr cuando la unidad supere los $212.500(de fábrica).
En tanto, la alícuota más elevada -la del 50%, que actualmente afecta a los de más de $210.000-, pasará a alcanzar a las unidades que de línea de producción superen los$262.600.
Esta medida que anunciará la administración kirchnerista es clave, dado que el tributo, lejos de impactar sólo a los vehículos premium, terminó afectando a las versiones de modelos producidos localmente, como el Ford Focus, Renault Fluence, Citroën C4 o Peugeot 408.
Se espera que, con la adecuación de la normativa, dichas versiones de fabricación nacionalqueden exentas de ese impuesto.
El problema fue que la inflación fue acercando cada vez a más vehículos al límitede “precio de fábrica” de $170.000, a partir del cual comienza a tributarse la primera alícuota.
De acuerdo con un relevamiento realizado por iProfesional, de la totalidad de marcas que producen en el país y son consideradas masivas, una gran cantidad de variedades que ofrecen (ya sean de fabricación nacional o importada) o bien ya fueron alcanzadas por el impuestazoo ya estaban “al límite” de caer bajo el impacto del tributo.
Esto obligó a muchas terminales directamente a tener que discontinuar los modelos más caros en el mercado interno y destinarlos sólo a la exportación o a privilegiar lacomercialización de versiones menos equipadas
Cabe recordar que, por la influencia de este tributo, el mercado de alta gama se derrumbó, en promedio, un 75%, mientras que contribuyó a que el mercado masivo se achicara en un30%.
De modo que la modificación del piso sin dudas es una buena noticia que, se prevé, impactará positivamente en la producción y comercialización.
Una de arena…
Pese a esta novedad alentadora, las terminales recibieron una dura noticia tras conocerse que el Gobierno les aplicará una multa millonaria por prácticas anticompetitivas.
En concreto, la Secretaría de Comercio Interior emitió una resolución que enmudeció a las marcas de mayores ventas en el país.
Sucede que ocho de las once terminales que fabrican en el país tendrán que hacer frente a multas por un total de $1.000 millones repartidas de la siguiente forma: $150 millones a Volkswagen, General Motors, Renault, Fiat, PSA Peugeot Citroën y Ford; $105 millones para Toyota y $56 millones para Honda.
La noticia llegó a través de la Resolución 271 de la Secretaría de Comercio Interior firmada por Augusto Costa, con motivo de la violación a la ley de Defensa de la Competencia en el Área Aduanera Especial de Tierra del Fuego.
Según los denunciantes, a pesar de que esa provincia tiene un régimen especial por el cual no se pagan algunos impuestos, los precios de los autos han sido iguales a los del continente.
De acuerdo con la resolución, las automotrices habrían incurrido en prácticas anticompetitivas.
Repercusiones
El hermetismo impera entre las automotrices. Hay desconcierto e incertidumbre y, off the record, fuentes calificadas de la actividad tildan a la medida como “un disparate”. Y no faltan quienes la asocian a una represalia.
“A quién se le ocurre algo de este tipo. Es lo único que nos faltaba”, sentenció un alto directivo de una automotriz europea que pidió reserva de identidad.
Según dieron cuenta desde varias terminales, el primer paso será el de apelar la condena.
Es que el monto que deben enfrentar para saldar la deuda implica el desembolso más de$100 millones, dinero que deberán resignar justamente en medio de un año flojo en términos de ventas y rentabilidad.
Desde las empresas insisten en que esta sanción se suma al impuestazo, que terminógolpeando no sólo a las que importan sino a todas las automotrices.
Afirman que este tributo ha generado serias consecuencias, ya que afecta a los modelos que dejan mayor margen de ganancia (que son los del segmento mediano y grande), y que son los que permiten sostener la comercialización de los más económicos.
En base a la caída en la rentabilidad, las empresas tuvieron que readecuar estructuras para ajustarlas a las de una industria más chica, que pasó de 955.000 patentamientos a 680.000.
Ahora, a este contexto, se suma el pago de la multa que deberá concretarse en 10 días hábiles. Un dinero que ninguna empresa está dispuesta a desembolsar y que también altera los planes a futuro.
/fuente: iprofesional.com