Pocos lo recuerdan ya pero, a comienzos de 2018, una gran preocupación del Gobierno nacional era que los “altos salarios” y “fuertes aumentos” que se negociaran en paritarias no profundizaran el alza de la inflación, complicando así a las empresas que operan en el país a raíz de los altos costos laborales.
Se estimó en principio una meta oficial del 15% para todo el año pasado, tanto para la suba de precios y tarifas como para los sueldos. Y no fueron pocos los sindicatos que acataron dicha pauta para la primera parte, cláusula de revisión mediante. Así y todo, el resultado estuvo muy lejos de ser el esperado.
El final de este capítulo es ya conocido por todos los argentinos, y demás está decir que para el ciclo que corre se abandonó el método de proponer metas oficiales de inflación.
El 2018 será recordado como el año del brutal ajuste que sufrieron los salarios que, pese a los esfuerzos de algunas empresas y sectores, terminaron perdiendo en promedio 13 puntos de poder adquisitivo, según los últimos datos del INDEC.
Fueron pocas las paritarias que lograron no quedar relegadas frente al aumento de precios y tarifas. Los choferes particulares (49,7% de aumento en 2018), los empleados de la enseñanza privada (46,6%), los bancarios (46%), los petroleros de YPF (45,1%) y los aceiteros (44%) fueron algunas de las excepciones.
Una última encuesta realizada a fines de diciembre por Willis Towers Watson marcó que los empleados fuera de convenio no corrieron con la misma suerte y tuvieron, en promedio, subas del 34,6% durante 2018.
Claro que hubo sectores para los cuales el resultado fue mejor, como el de turismo, la metalurgia y las prepagas y obras sociales.
Desde Mercer, donde consultaron a 327 compañías que operan en la Argentina, obtuvieron un panorama similar en noviembre pasado: en 2018, el personal no convencionado recibió aumentos de 32% en promedio, y las industrias que mayores incrementos otorgaron fueron los bancos (41%) y servicios financieros (37%) y la industria automotriz y de autopartes (35%).
“Como cuadro general, 2018 ha sido un año recesivo económicamente. Sólo aquellas compañías con márgenes de negocio rentables han podido otorgar porcentajes de aumento salarial iguales o levemente superiores a la inflación”, destacó Ivana Thornton, directora de Career de Mercer.
“A diferencia de otros períodos, hemos percibido que la dispersión fue protagonista entre los porcentajes de aumentos salariales de las distintas industrias e, incluso, entre firmas del mismo sector”, agregó la experta.
También en Cona RH destacaron la dispersión en los incrementos percibidos el año pasado por ejecutivos y profesionales, en función de la organización y sector en el que se desempeñaban. El incremento para 2018 osciló entre mínimos del 22% a máximos de 54%, informaron desde la mencionada consultora.
“La brecha se explica en función al nivel de actividad de cada una de las empresas encuestadas; sólo aquellas con fuerte participación en el mercado de exportación han dado los mayores incrementos”, aclaró Carlos Contino, director de Cona RH.
Además, agregó que los sectores de IT, agroindustria, frigoríficos, petróleo, la banca minorista y mayorista, y “las empresas que exportan sus bienes o servicios y que por eso tienen un mejor pasar de la mano de un dólar alto”, son las que pudieron sostener niveles de incrementos mayores a la media y se despegaron de las restantes actividades.
Y son, además, las que arrancan con mejores perspectivas para 2019.
El argumento de responsabilizar del alza inflacionaria a los pedidos de aumento de los sindicatos volverá a cobrar fuerza este año.
El “techo” que el Gobierno nacional intentará establecer para los empleados estatales estará en el orden del 23% anual. Esperan que esa suba sirva como señal hacia el sector privado para mantener la misma pauta.
Sin embargo, a contramano de este deseo, horas antes de arrancar el año, el presidente Mauricio Macri decidió descongelar los sueldos de su Gabinete para que la planta política pueda recibir subas del 25% entre enero y febrero. La resolución incluye a ministros, secretarios y subsecretarios.
Además, proyecciones de inflación del sector privado tampoco acompañan la pauta oficializada en el Presupuesto. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza mensualmente el Banco Central entre consultoras, entidades financieras y analistas, mostró que el mercado anticipa un índice del 28,7% en promedio para 2019.
En ese marco, los sindicatos anunciaron el inicio de movilizaciones no solo para pedir una recomposición del alicaído poder de compra de los afiliados, sino también en contra de las alzas de tarifas anunciadas para los servicios y el transporte que, en algunos casos, ya superan el 50% en comparación al 2018.
En tanto, las empresas tienen previsto avanzar con incrementos del 28,3% en promedio para los sindicalizados y del 29% para los no agremiados, en línea con una inflación proyectada del 28,2%, de acuerdo a Willis Towers Watson.
“Es cierto que las empresas no han podido hacer mucho para compensar la pérdida del año pasado. Por ahora están planificando para 2019 otorgar incrementos salariales para el personal fuera de convenio de entre el 25% y el 30%, siendo el promedio del 29%” aclaró Marcela Angeli, directora de Gestión de Talento y Compensaciones de WTW.
La ejecutiva mencionó que, por el momento, hay algunas ramas de actividad que están proyectando subas más altas, como los de comunicaciones y entretenimiento, la industria petrolera, la de alta tecnología, servicios, construcción y turismo. Pero “es importante mencionar que, entre todos los sectores, hay muy poca diferencia de los incrementos a otorgar entre cada uno de ellos”, reconoció.
Por su parte, HuCap relevó que los empleados fuera de convenio recibirían en 2019 un alza de 27,2%; el 15,5% en el primer semestre y el 11,7% restante para el segundo. “Esto nos habla de que, si bien existen realidades diferentes para cada organización, en líneas generales se espera que en el 2019 los sueldos puedan ’empardar’ la inflación, algo que no en todos los casos ha sucedido en el 2018”, recordó Miguel Alfonso Terlizzi, director general Hucap, a iProfesional.
Desde esa firma estimaron que los sectores que se perfilan para mantener más alto el poder adquisitivo de los salarios son el agropecuario, minería, tecnología, financieras y bancarios.
¿Y quiénes serán los perdedores en 2019? “Sin duda la industria y el consumo masivo serán los más afectados, producto de la situación actual. En el caso de la industria automotriz, dependerá del factor exportación, que fue el que compensó frente a la caída en las ventas del mercado local. En lo que respecta a la obra pública, se verá frenada en 2019, año que no se caracterizará por las grandes obras sino más bien por la inauguración de las que están en curso. Esto continuará acentuando los resultados negativos del rubro de la construcción”, reflexionó Terlizzi.
Mercer también concluyó que las grandes firmas proyectaron una inflación en torno al 27% para 2019. En ese marco, planificaron aumentos de salarios para no convencionados del 27%, con dos ajustes: uno del 17% para el primer semestre del año y otro del 10% para la última parte.
Aquellas que ya tienen en agenda aumentos mayores al promedio, según Mercer, incluyen a al agro, la energía y la logística (entre 30% y 32%). Por el contrario, en los niveles más bajos (entre 25% y 26%) se encuentran la industria química, packaging, ingeniería y construcción.
“Los sectores de servicios financieros, energía y tecnología serán seguramente los más favorecidos en lo que refiere al mantenimiento del poder adquisitivo del salariodurante 2019″, agregó la directora de Career.
Pero, en paralelo, indicó que “las compañías irán monitoreando su presupuesto y lo irán ajustando en función a lo que suceda con la inflación, así también como los resultados del negocio y la realidad del mercado laboral. Este porcentaje todavía está muy ligado a la suba de precios proyectada. Creemos que, a medida que pasen los primeros meses de 2019, estos porcentajes podrían despegarse pero por ahora no está ocurriendo eso”.
En esa línea, un 42,4% de las firmas consultadas por WTW afirmó que hay una importante probabilidad de que los presupuestos salariales ya pactados se modifiquen durante el año por un alza no proyectada de la inflación. Es el principal factor en la mira de los expertos en compensaciones este año, por detrás de los cambios de tendencia en el mercado (28,9%) o los incrementos de empleados sindicalizados (11,8%).
Más aún, solo un 16% especificó que podría considerar una modificación en el presupuesto para recuperar algo del poder adquisitivo que perdieron sus empleados el año pasado.
Paliativos
No todo son malas noticias para el mercado laboral en 2019. Desde Cona RH destacaron, por ejemplo, que “algunas empresas han activado búsquedas que tenían freezadas, para las áreas de Finanzas, Marketing y Ventas, que son las primeras en la que se observa cierta movilidad”.
“Además, hay búsquedas por estacionalidad, como resulta de las promociones y servicio al cliente, particularmente por parte de los super e hipermercados. También estamos en un momento en el que se activan las promociones de verano en playas argentinas. Mar del Plata y Pinamar llevan la delantera”, dijo Contino.
Y si bien no serán la mayoría, desde Mercer apuntan que habrá empresas dispuestas a realizar acciones especiales para recomponer el terreno que perdieron los salarios en 2018.
“En función de los datos que manejamos, sólo un 32% de las compañías está pensando acciones salariales durante 2019 para recomponer los puntos perdidos en 2018. Entre las opciones más elegidas, el 75% otorgaría puntos adicionales, que rondarían el 7% en promedio. Otro 12% eligió realizar un pago único especial y el 4% no ha definido aún una metodología”, dijo Thornton a iProfesional.
En la misma línea, solo un 33% de las firmas consultadas por Willis Towers Watson están implementando algún tipo de medida paliativa para minimizar el impacto de la inflación 2018 sobre los salarios. La mayoría optó por dar un mayor incremento en el primer semestre de 2019 respecto a lo proyectado originalmente.
Por caso, WTW asegura que el 69% de las 290 firmas consultadas en diciembre tienen proyectado mantener el esquema usual de dar aumentos en dos ajustes, pero otro 20% ya piensa en efectuar tres. Solo un 4% dará más de tres incrementos, mientras que un 7% piensa en adelantar todo en una sola cuota.
Los meses con mayor prevalencia siguen siendo abril y octubre, aunque son también más las compañías que en enero y marzo darán algún refuerzo. “Mayoritariamente, las empresas que están planificando dar tres o más ajustes a lo largo del año otorgarán dos de ellos en el primer semestre. Generalmente el segundo será en julio”, aclaró Angeli.
Otras opciones populares fueron adelantar la fecha de los aumentos a enero o febrero, y recién luego de eso se consideró dar un “cash allowance”, o monto por única vez en efectivo o a través de “gift cards”.