21 julio 2016.- El Gobierno empezó a esbozar en estos días los primeros trazos sobre las perspectivas que tendrá la economía el año que viene, para confeccionar el presupuesto nacional que deberá ingresar al Congreso en menos de dos meses. Según pudo reconstruir este diario, de las discusiones preliminares en que participan legisladores y funcionarios de cada área, el dólar oficial esperado como promedio para todo 2017 se ubicará cercano a los $ 16,50, y reflejará de este modo un avance de apenas 10% en 12 meses. Al mismo tiempo, las partidas asignadas a cada área tendrán un techo del 15%, que estará determinado sobre la base de una inflación que se acercará a ese nivel y a una economía que crecerá en torno al 3%.
Los propios funcionarios se encargan de aclarar que los supuestos forman parte de la “deliberación” que hacen en cada reunión y que no pueden considerarse definitivos. Y destacan, incluso, una salvedad: los pronósticos podrán percibirse algo optimistas, pero mostrarán, al menos por ahora, mayor probabilidad de ocurrencia que en los de años anteriores. Sobre el tipo de cambio, especialmente, aclaran que no es una variable objetivo, en una política económica que sólo plantea metas de inflación y de déficit fiscal, y que suponer una paridad para el 2017 sólo sirve en función de determinar el gasto y los ingresos proyectados atados al dólar (los ministerios que dependen más de la evolución del tipo de cambio son hoy el de Seguridad y el de Energía, por la compra de insumos en el exterior). Esto porque el régimen cambiario y monetario actual se distingue del anterior en que el tipo de cambio no se usa para anclar expectativas inflacionarias. El énfasis del Banco Central está ahora puesto en la tasa de interés, y considera que el dinero es una variable endógena.
Deudas
En el avance del proyecto de ley, que ya se publicó en la oficina nacional del Presupuesto, el Gobierno advierte que espera contar con el refinanciamiento de la deuda que mantiene con organismos públicos (entre ellos la Anses), que se verán forzados a renovar los títulos que tienen del Tesoro; y también con los adelantos transitorios del Banco Central. Se estima que el giro de dinero por este último concepto será para el año próximo exactamente la misma en términos nominales que la de 2016 (unos $160.000 millones), pero que mostrará al mismo tiempo una fuerte reducción en términos reales y especialmente frente al precio del dólar.
El nuevo presupuesto el Tesoro también podría reconocer que no se podrá cumplir con la meta del déficit primario del 3,3% del PBI que había trazado inicialmente el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay. La reparación histórica que se lanzó para los jubilados, en mayor medida, y la marcha atrás en el ajuste de tarifas que se vio forzado a hacer el Gobierno, en menor medida, terminarán presionando al Gobierno para convalidar algunos puntos más de déficit sobre el final de 2017. La cifra que aparece en los borradores se ubica más cercana al 4% del PBI, 7 décimas por encima de la meta inicial.
Fuente: / ámbito.com.ar