28-FEB-2014 Poco antes de la caída del sol empezó la fiesta. Música, baile, ambiente de carnaval. Por las calles de Sinaloa, hombres, mujeres y chicos marcharon para pedir la liberación de Joaquín “el Chapo” Guzmán, el narcotraficante más poderoso del mundo.
La detención de “el Chapo” , convertido en mito en México al estilo del colombiano Pablo Escobar, generó desde el sábado pasado tours para sacarse fotos frente al edificio donde fue capturado, en Mazatlán; una canción (“La captura del Chapo”), del compositor de narcocorridos Gonzalo Peña, y hasta marchas de apoyo para pedir la liberación del narcotraficante.
La portuaria Mazatlán se benefició del aumento en el turismo que generó la captura de “el Chapo”. Tras conocerse la noticia, los taxistas incluyeron la torre Miramar, donde Guzmán fue arrestado en el departamento 401, como una parada en los “narcotours”, que por unos 20 dólares recorren los sitios por donde pasaron los capos de la droga en la ciudad.
“Desde el sábado hice como unos diez paseos por la ciudad, todos me piden el recorrido donde se capturó a «el Chapo»”, contó el taxista Jaime López.
El edificio Miramar se convirtió en uno de los principales atractivos de la ciudad, que es ahora centro de peregrinación de turistas que quieren posar frente al lugar donde Guzmán pasó sus últimas horas en libertad.
El compositor Gonzalo Peña, autor de más de 400 narcocorridos, que exaltan a figuras del narcotráfico, también se hizo eco de la detención de “el Chapo”, que ya cuenta con su propio tema.
“En las redes del gobierno cayó un catán de recodo [pez grande]. En los cinco continentes era el padre de todos. Los marinos traen trofeo por echarle el lazo al toro”, comienza la canción compuesta por Peña, que cobra hasta 40.000 dólares por cada uno de estos temas.
Pero la llamada narcocultura también se vio reflejada en las calles del estado de Sinaloa. En un ambiente festivo, con bandas de música que tocaban canciones conocidas por ser las favoritas de “el Chapo”, unas 2000 personas desfilaron anteayer por el centro de Culiacán, capital del estado y bastión del narcotraficante, y también en Guamúchil (Norte).
Hombres y mujeres -en su mayoría vestidos de blanco y muchos luciendo sus mejores joyas- y centenares de adolescentes con uniforme escolar sostenían carteles de apoyo al capo que logró mantenerse al margen de la ley por 13 años.
“Queremos la libertad del Chapo”, “Exigimos no extradición” y “Queremos al Chapo”, decían las pancartas. Una mujer iba aun más lejos con su cartel: “Chapo, hazme un hijo”.
“Marchamos en apoyo al Chapo porque es él el que da trabajo y ayuda allá arriba en la sierra”, dijo Pedro Ramírez, que señaló que había viajado con un grupo de 300 personas desde Badiraguato, poblado ubicado en la Sierra Madre. Allí, entre la pobreza, nació Guzmán, hace 56 años.
“El gobierno no da nada de oportunidades de trabajo”, dijo Daniel García, un desempleado de 20 años de edad. “La situación honestamente está muy difícil. Él [por Guzmán] da ayuda a los jóvenes”, agregó.
Aunque el cartel de Sinaloa está en la mira de las fuerzas de seguridad por miles de homicidios, la organización que dirigía “el Chapo” era vista por muchos como una amenaza menor para el público frente a sus rivales más sangrientos. “Es cierto lo que dicen, que aquí no hay violencia, no hay extorsiones”, dijo Rosa, una analista de laboratorio de 40 años que miraba desfilar a sus vecinos.
No quedó claro quién organizó la movilización. Al comienzo, hombres jóvenes repartieron remeras blancas y panfletos en los que se pedía “la liberación del Chapo, héroe de Sinaloa”. Aunque las expresiones de la narcocultura son algo común en Sinaloa, ésta fue la primera vez que se realiza una manifestación abiertamente a favor de un capo.
/ fuente: Agencias DPA, AP, EFE y Reuters.