09 OCT 2014 Economistas del MIT señalan, sin embargo, que las oficinas más homogéneas generan mayor capital social, en términos de compromiso y confianza
El prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) reveló esta semana un estudio que analiza el impacto que la diversidad en los lugares de trabajo puede tener en los resultados finales de una compañía.
Economistas de la mencionada universidad aseguran que la diversidad de género, por caso, colabora con que las firmas sean más productivas. “Tenero un conjunto de empleados más diverso implica también un ‘set’ de diferentes habilidades“, afirmó Sara Ellison, economista del MIT.
No obstante, el estudio asegura que al mismo tiempo, los empleados pueden preferir los ambientes de trabajo menos diversos.
En el análisis se detectó que el capital social que se genera en el interior de las compañías -en términos de cooperación, confianza y disfrute de las tareas- es más alto en las oficinas más homogéneas, observó Ellison.
Sin embargo, apuntó la economista, “esos altos niveles de satisfacción no son lo suficientemente importantes para generar que esas oficinas tengan un mejor desempeño. Los empleados pueden estar más felices, más cómodos, ser entonces más cooperativos, pero tienen una peor performance“.
El paper del MIT elaborado por Ellison junto con Wallace Mullin, economista de la Universidad George Washington, analizó también los resultados financieros de las compañías estudiadas durante los ocho años comprendidos entre 1995 y 2002, así como los índices de la satisfacción, cooperación y moral de los empleados.
En ese análisis encontraron que, en relación a los ambientes de trabajo donde predominaba un solo género, en las oficinas más diversas se podía incrementar la facturación hasta un 41 por ciento.
Mayor diversidad social, indicó Ellison, implica un mayor rango de experiencias, un incremento del conocimiento colectivo dentro de esa oficina, y redundar así en un desempeño más efectivo.
/fuente: iprofesional.com