Doce provincias subieron Ingresos Brutos al comercio, aunque tres solo lo hicieron para algunos segmentos. Son Salta, Misiones, Tucumán, Río Negro, Neuquén, Tierra del Fuego, La Pampa, CABA, Santa Fe, Entre Ríos, Jujuy y La Rioja. Son correcciones de tasas generales o por segmentos.
El pacto fiscal estableció límites diferenciados para las alícuotas por actividad, y en determinados sectores son más altos de lo que se venía cobrando. En el caso de la actividad comercial, fija la alícuota en el 5% para el período 2019-2022.
Las alzas más importantes fueron en Salta, que subió este año de 3,6% a 5%; en Misiones, del 3,5% a 4,5% en el comercio mayorista; de 2,5% a 5% en servicios comerciales e industriales, y de 0% a 4,5% la venta minorista de pan común y galletas. En Tucumán el alza fue de 3,5% a 5%; Río Negro elevó a 5% la tasa general al comercio y a los servicios generales, cuando el año pasado eran de entre 3% y 3,8 por ciento.
Neuquén incrementó la tasa general para el comercio mayorista y minorista al 5%, del 3% y el 3,5% que cobraba en cada caso; Tierra del Fuego pasó de 3% a 3,5%; La Pampa subió medio punto, y en la CABA, los comercios que facturen más de $10.000 millones anuales tuvieron una suba escalonada del 3% al 5 por ciento.
Una fuente del Ministerio de Hacienda indicó en que el pacto fiscal, de manera global, trae una reducción de la presión impositiva y que se subió el límite de Ingresos Brutos en rubros como el comercio para que las provincias compensaran la baja que sufrirían al tener que reducir alícuotas de otros rubros.
“Algunas usaron ese espacio y otras no; además, tuvimos en cuenta que para el comercio minorista el efecto cascada del impuesto es menor”, agregó, y advirtió que la presión fiscal es un combo y no hay que perder de vista, por ejemplo, “el alto costo oculto de las tasas municipales”.
También planteó que algunas de las jurisdicciones que subieron Ingresos Brutos al comercio lo bajaron, por ejemplo, a la industria. Un caso es Tucumán. “Hay que analizar si los proveedores les trasladaron a sus clientes esa menor alícuota, si compartieron la mejora”, agregó la fuente oficial.
Especialistas en temas fiscales coincidieron en que el esquema incluido en el pacto es “rudimentario”, por lo que se generan efectos no deseables sobre las distintas actividades productivas y de servicios.
Aunque reconocieron que el tema es muy complejo de resolver porque hay muchas categorías en un mismo sector y no se puede armar un cuadro individual para cada provincia, apuntaron que podría haber funcionado el instrumentar un promedio y no un límite alto.
Enfatizó que en casos como los de las industrias textil y del calzado pagan el impuesto en cuatro etapas (incluidas comercio mayorista y minorista), y el importador lo hace solo una vez: “Entonces los incrementos registrados generaron mayores asimetrías, empeoraron la situación”. Agregó que a ese contexto se le suman tasas municipales con alzas de hasta el 600% este año. “Todo muy distorsivo”, se quejó.
En PwC Argentina, Hugo Almoño indicó a La Nación que la idea del pacto fiscal es que “bajen paulatinamente” Ingresos Brutos en la cadena primaria e industrial “para evitar el efecto cascada”. En ese esquema, las provincias “lo reemplazan en cierta medida por algunas subas” al comercio y los servicios.
En cuanto a las bajas, 11 jurisdicciones llevaron a 0% la alícuota de Ingresos Brutos sobre los intereses de créditos hipotecarios. La CABA, provincia de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, La Rioja y Río Negro eliminaron el cobro a “extraña jurisdicción”, y Misiones dio de baja el cobro del impuesto sobre las exportaciones.
En el caso de la industria manufacturera hubo bajas de alícuotas en Buenos Aires, Río Negro y Tucumán; en la actividad primaria, en Buenos Aires, Mendoza y Tucumán; en la construcción, en Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Entre Ríos y Neuquén. Y en transporte bajaron Buenos Aires, Salta y Córdoba.