29 OCT 2014 La expectativa de cambios en la política económica del gobierno federal marcó el día siguiente a la reelección de la presidenta Dilma Rousseff. La industria y el sector comercial se pronunciaron a favor de la implementación de cambios urgentes en el país.
“Los desafíos continúan siendo los mismos, independientemente de quién ganó la elección. La inflación está en ascenso, el déficit público cada vez está más alto, la industria se está enfriando, el saldo de la balanza comercial es negativo. Se necesita resolver todo eso”, dijo José Gallo, presidente de Lojas Renner.
La industria le hizo coro al reclamo del segmento minorista. En su segundo mandato, la presidenta tendrá que prestar más atención a la industria por el riesgo que existe de que aumente el proceso de desindustrialización y de reducir las inversiones. “Es preciso una política de revitalización de la industria. Caso contrario, vamos a seguir exportando commodities y ninguna economía puede sobrevivir solo con ese tipo de exportación”, dijo Fernando Figueiredo, presidente de Abiquim, del sector químico. “Creo que será más liberal porque, si no lo fuera, no va a tener el crecimiento que quiere”.
Afectadas por la competencia de los importados, las dos entidades defienden una devaluación del real ante el dólar. Para Abiquim, un dólar a R$ 2,50 o R$ 2,60 será saludable para el sector y podría dar un empuje a la competitividad del producto nacional. Abimaq, a su vez, estima que la cotización se estabilizará en torno de los R$ 2,70 o R$ 2,80, nivel que torna más competitiva a la industria exportadora.
Nuevo ministro
El nombre de Luiz Carlos Trabuco, presidente ejecutivo de Bradesco, es una sugerencia del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva para ocupar el ministerio de Economía en el segundo mandato de la presidenta Dilma Rousseff, en sustitución de Guido Mantega.
Lula se lo había sugerido a Dilma a mediados del año pasado, cuando también intentó colocar en ese cargo al ex presidente del Banco Central (BC), Henrique Meirelles, sin éxito.
En una operación para medir las reacciones, resurgió la posibilidad de que Trabuco participe del gobierno, en la lista del ex presidente para el comando de la política económica a partir de enero. En esa nómina figuran el propio Meirelles y el ex secretario ejecutivo, Nelson Barbosa.
Sin embargo, Dilma anunciaría sus decisiones para el ministerio a partir de la próxima semana. Antes, pretende descansar unos pocos días en una playa del litoral de Bahía.
Trabuco es una persona firme, culta y un excelente administrador, según la definición de quién lo conoce. Su designación implicaría un cambio significativo en el estilo de gobierno de la presidenta reelecta. No tendría, por ejemplo, libertad para determinar las bases de la política económica como tuvo en su primer mandato.
Temiendo perder la elección, Dilma buscó al ex presidente hace dos semanas para pedirle ayuda. Lula, que hasta entonces había tenido poca participación en la campaña, utilizó todas las artimañas que conoce para revertir el resultado del pleito. En una elección apretadísima, salvó al PT en la última hora. El premio a su desempeño sería contar con espacio para designar nombres calificados para el área más problemática del gobierno, la economía.
/fuente: cronista.com.ar